Los Pueblos Indígenas de Colombia hemos construido paz ancestralmente. Paz con la naturaleza, paz para la humanidad, paz para las futuras generaciones. Nuestra labor ha salvado y salva vidas todos los días, en nuestros territorios y en el mundo.
Esto solo es posible a través de nuestros sistemas de conocimiento, un saber integral que abarca el origen del universo y las formas de organización, pensamiento, derecho y actuación, fundamentado en una premisa común: el cuidado de la vida. Por ello, sabemos que no es la ley escrita, sino la palabra de vida, la que hace que el pensamiento y la acción sean una sola, convirtiendo los discursos en garantías de derechos verdaderamente universales.
De ahí la importancia de entender y reconocer nuestro rol en la protección, preservación y construcción de la paz y de comprender el alcance de la labor fundamental de las autoridades indígenas para este propósito, el cual debe expresarse en la definición concertada de mecanismos que motiven la participación de los Pueblos Indígenas en Naciones Unidas, específicamente en lo concerniente al mandato del Consejo de Seguridad.
Con esta motivación, SOLICITAMOS reunirnos con los 15 miembros del Consejo de Seguridad en su visita oficial al país en el marco del seguimiento al acuerdo de paz y el capítulo étnico. Sin embargo, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia unilateralmente y sin mayores explicaciones canceló dicho encuentro, a pesar de que este había sido producto de nuestra ardua insistencia para que la mencionada oficina de Naciones Unidas comprenda los métodos de trabajo con los pueblos indígenas en el país.
Esta situación nos genera serios cuestionamientos sobre el relacionamiento de Naciones Unidas con los pueblos indígenas, organizaciones e instancias de diálogo y concertación que, durante décadas han existido en el país para elevar las voces de nuestros territorios.
Es indispensable que dicha interacción parta del respeto de nuestros gobiernos propios, autoridades y conocimientos tradicionales y el de los procesos organizativos que hemos creado como mecanismo para dialogar con el sujeto occidental.
Revisar el relacionamiento entre el Sistema de Naciones Unidas y nuestros Sistemas de Conocimiento, pasa por legitimar nuestras formas propias, estructuras de gobierno, justicia, administración y toma de decisiones, evitando la acción con daño y promoviendo de manera consciente el fortalecimiento de los Pueblos Indígenas en el país.
Sin embargo, esta revisión no solo debe ocurrir hacia afuera, con profunda preocupación identificamos serias falencias en el comportamiento de la institucionalidad colombiana a la hora de relacionarse con los Pueblos Indígenas y sus distintas estructuras organizativas.
La discriminación estructural enquistada en las formas y fondos institucionales, provocaron la imposibilidad de una gestión preparatoria que permitiera el diálogo entre los Pueblos Indígenas de Colombia con el Consejo de Seguridad. Siendo el Ministerio de Asuntos Exteriores la cartera encargada de liderar dicha gestión, es necesario que convoque de manera urgente a la misión de verificación en Colombia para efectos de avanzar en el mejoramiento de sus métodos de trabajo con los Pueblos indígenas y evitar a futuro este tipo de circunstancias.
Por último, SOLICITAMOS a las misiones promuevan un espacio para que una delegación nuestra sea escuchada ante el Consejo de Seguridad en Nueva York, escenario en el que esperamos poder ofrecer nuestros conocimientos ancestrales para la construcción de paz, nutridos con la sabiduría de nuestros territorios ancestrales y los Sistemas de Conocimiento de los 115 Pueblos Indígenas de Colombia.
¡Los Pueblos Indígenas somos paz!
Fuente: Mesa Permanente de Concertación-MPC