El 30 de octubre se realizó un conversatorio sobre el Sistema General de Regalías (SGR) y su relacionamiento directo con los Pueblos y comunidades Indígenas; las Corporaciones Autónomas y los sectores académicos. En el espacio participaron José Giovanny Pinzón Báez, director de gestión y promoción del Sistema General de Regalías (SGR) en el Departamento Nacional de Planeación DPN; Libardo Fernández, ingeniero ambiental, magíster en Gerencia y Prácticas del Desarrollo, y especialista en Planeación y Manejo Integral de Recursos Naturales; Cristian Eduardo Solarte, profesional de apoyo en la Dirección de Planeación de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC); y Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), destacado líder indígena del pueblo Arhuaco de Colombia, comprometido con la defensa de los derechos territoriales indígenas.
Giovanny Pinzón, Subdirector del Sistema General de Regalías del DPN, presentó el espacio e insistió que el Fondo de Regalías es el más importante para el cuidado y conservación de la biodiversidad en Colombia. Se presentó el nuevo modelo de colaboración entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, el cual define cómo se distribuirán, administrarán y ejecutarán los ingresos derivados de la explotación de los recursos naturales no renovables. Según Pinzón, este modelo establece objetivos claros, fines específicos y pautas para el uso eficiente de estos recursos, precisando las condiciones y el alcance de la participación de las comunidades en su gestión y control.
Ante la triple crisis que estamos viviendo, el cambio climático, la perdida de la biodiversidad y la desertificación de los suelos, el Sistema General de Regalías debe pensarse como un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social negativo que generan los modelos de explotación y extracción de recursos no renovables. Actualmente, el sistema contempla 7 bolsas de inversión orientadas a la paz y el desarrollo sostenible, y pretende descentralizar los recursos, facilitando su llegada a los territorios más vulnerables para fortalecer la infraestructura ambiental y social.
Por su parte, Libardo Fernández, desde su perspectiva pedagógica, propone involucrar los actores de la comunidad académica en la gestión y el monitoreo de estos recursos, subrayando la importancia de integrar el conocimiento científico y técnico en el proceso de distribución y aplicación de las regalías. Según Libardo, la participación de universidades, centros de investigación y estudiantes no solo contribuiría a una mayor transparencia en el uso de los fondos, sino que también enriquecería la capacidad de innovación y adaptabilidad de las comunidades para enfrentar los retos ambientales y sociales actuales.
La academia tiene un rol fundamental en la construcción y planificación de infraestructuras sostenibles que respondan a las exigencias del cambio climático y se adapten a sus impactos. Desde el diseño hasta la integración de tecnologías que optimicen el uso de recursos. Este esfuerzo conjunto también puede extenderse al ámbito formativo, capacitando a docentes en temas ambientales, climáticos y de turismo de naturaleza para que estas áreas de conocimiento se integren a los planes de estudio en todos los niveles educativos. Finalmente, dice que la academia debe contribuir en la formulación de proyectos para la participación efectiva de las comunidades y Pueblos Indígenas en Sistema General de Regalías. A través de programas de capacitación y procesos de diálogo intercultural, la academia puede facilitar que las comunidades y Pueblos Indígenas accedan a los recursos de las regalías de manera informada y justa.
Cristian Eduardo Solarte de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), planteo que, como representante de la Entidad ejecutora y autoridad ambiental, las Corporaciones deben realizar un acompañamiento en la formulación de proyectos y garantizar la participación de las comunidades y Pueblos Indígenas, bajo un enfoque étnico. Esta colaboración no solo implica un enfoque étnico en la participación, sino también el establecimiento de mecanismos de cooperación técnica y financiera que fortalezcan las capacidades locales y aseguren que los proyectos generen un impacto positivo tanto en sus proyectos de vida como en la protección del entorno natural.
Como indígena, Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), planteó varios puntos esenciales para asegurar que los derechos y la autonomía de los Pueblos Indígenas se reconozcan y respeten en la implementación del Sistema General de Regalías. En primer lugar, destacó el derecho fundamental de los Pueblos Indígenas a participar activamente en la toma de decisiones sobre estos recursos, señalando que su inclusión no debe ser solo consultiva, sino efectiva, reconociendo su rol como actores claves en el sostenimiento y cuidado de los territorioss. Según Norey, esta participación implica un enfoque de derechos en el que se respete y valore los sistemas de conocimiento y gobierno propio, y las estructuras de decisión indígena, permitiéndoles gestionar y ejecutar los recursos según sus prioridades y saberes ancestrales.
También destacó la importancia de la autonomía de los Pueblos Indígenas para proponer alternativas al desarrollo tradicional, que respondan a sus propias necesidades y visiones de vida. Desde esta perspectiva, planteó que la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas en el Sistema General de Regalías (IDPCI) debe ser un espacio donde se discutan y se aprueben proyectos que se alineen con los principios culturales y ambientales de cada comunidad, priorizando el bienestar de la Madre Tierra y el equilibrio en sus territorios.
Insistió en la necesidad de que el sistema de regalías no solo considere, sino que financie proyectos propuestos y ejecutados directamente por los pueblos y comunidades indígenas, reconociendo que son quienes poseen el conocimiento y las prácticas tradicionales necesarias para el cuidado de la naturaleza. Este enfoque permite que las comunidades no solo accedan a recursos financieros, sino que también consoliden su autoridad y liderazgo como autoridades ambientales, en un marco de respeto y fortalecimiento de su identidad y de sus derechos territoriales.
Por primera vez, los Pueblos Indígenas tienen la oportunidad de convertirse en entidades ejecutoras dentro del Sistema General de Regalías, lo cual representa un hito en la garantía de sus derechos y en su capacidad de autogestión. Sin embargo, este avance plantea el reto de asegurar que los pueblos indígenas conozcan y ejerzan su derecho a participar plenamente en la formulación y ejecución de proyectos. Para lograrlo, es indispensable brindar formación técnica que permita a las comunidades desarrollar sus habilidades en la formulación de proyectos y fortalecer su capacidad administrativa y técnica.
Paralelamente, es necesario avanzar en la implantación de un enfoque diferencial que respete y valore las especificidades culturales de los Pueblos Indígenas. Esto implica no solo adecuar los requisitos administrativos a sus condiciones, sino también adaptar los modelos de ejecución, evaluación y financiamiento para que respondan a las necesidades y visiones indígenas.
¡Defender los territorios es defender la vida!