En el balance de los más de 150 días de emergencia sanitaria por el COVID-19 realizado por la ONIC, se identificaron 7.691 casos positivos para coronavirus; el 12.3% de los infectados corresponde a indígenas de más de 60 años que son las autoridades espirituales y, un 68,5% en las cifras de fallecimientos. Se cuentan 2.772 casos adicionales que esperan los resultados de las pruebas. Además, de los 775 resguardos en el país, a la fecha se identifican 228 en riesgo por la pandemia; hoy son 71 pueblos afectados por el virus, con 425.079 familias indígenas en riesgo de contagio de este, dada su cercanía con poblaciones urbanas de alto foco de infección, de las que un 30% son familias residentes en resguardos y otro 73.7% son familias residentes en territorios ancestrales. Salvo a las medidas propias de prevención impartidas por las autoridades tradicionales, el gobierno nacional y regionales no han adoptado otros mecanismos efectivos ni consensuados para evitar la propagación del virus.
Durante la emergencia sanitaria generada por el COVID-19 se han evidenciado las deudas y falencias del Estado frente a los pueblos indígenas, en ámbitos como la protección de la vida e integridad, la territorialidad, la autonomía y la participación. Se han exacerbado los riesgos y amenazas a los pueblos indígenas, entre los cuales se encuentra la violación de nuestros derechos territoriales debido a su falta de seguridad jurídica, actividades extractivas legales e ilegales, el aumento de la presencia de grupos armados y las fuerzas militares, el incumplimiento de los protocolos de bioseguridad por parte de las mismas fuerzas militares que ponen en riesgo a las comunidades.
Las amenazas y ataques constantes a líderes indígenas que defienden el territorio, el aumento de zonas deforestadas en la Amazonía colombiana, y el registro de 50 asesinatos a indígenas desde el inicio de la pandemia y en el confinamiento de las comunidades, evidencian el aumento del riesgo de exterminio físico y cultural. Los Pueblos Indígenas estamos sufriendo un etnocidio.