Desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) denunciamos y rechazamos categóricamente los recientes discursos de odio y actos de discriminación dirigidos contra el pueblo Arhuaco en Valledupar y Pueblo Bello, Cesar. Las agresiones verbales, imágenes y mensajes racistas que han circulado en redes sociales no son hechos aislados, sino una manifestación de la discriminación estructural y el racismo histórico que han enfrentado los Pueblos Indígenas en Colombia.
El Estado ha reconocido el racismo estructural contra los Pueblos Indígenas, pero sus acciones son insuficientes. La sentencia del Tribunal Superior de Bogotá, proferida el 10 de marzo de 2022 (Radicado 11001310302120210002604) —promovida por Camilo Niño Izquierdo, Arhuaco, Secretario Técnico Indígena de la CNTI en su calidad de instancia vocera de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas—, confirmó que en Colombia existe un patrón sistemático de discriminación que atenta contra nuestra dignidad, autonomía y derechos fundamentales.
En esa decisión, el Tribunal ordenó la realización de acciones pedagógicas y de sensibilización a cargo del Ministerio del Interior y otras instituciones, incluyendo una campaña pública y un diplomado para servidores públicos sobre los derechos de los Pueblos Indígenas.
Hasta la fecha, estas acciones no se han cumplido. La ausencia de una política efectiva contra el racismo institucional y la falta de implementación de estas medidas han permitido que la discriminación siga normalizándose en redes sociales, espacios públicos y escenarios de concertación política.
Este tipo de discursos no sólo afectan la dignidad de los Pueblos Indígenas, sino que también profundizan las violencias estructurales y las amenazas contra líderes y autoridades ancestrales. La estigmatización y criminalización de los Pueblos Indígenas es una violación a los derechos humanos y un retroceso en el reconocimiento de nuestra autonomía y gobierno propio.
Ante esta situación, desde la CNTI hacemos un llamado urgente a las autoridades competentes, organizaciones defensoras de derechos humanos y a la sociedad en general para que:
Se realicen acciones concretas para frenar los discursos de odio en redes sociales y medios de comunicación, implementando medidas de control y sanción contra quienes promuevan estereotipos racistas y contenidos discriminatorios.
Se haga un llamado a los jueces reiterando las órdenes judiciales para que se cumplan de inmediato y contribuyan a parar la discriminación contra los Pueblos Indígenas.
Se hagan efectivas las garantías de protección para el pueblo Arhuaco y todas las comunidades indígenas que hoy enfrentan agresiones verbales y amenazas a su integridad y dignidad.
Se fortalezcan los mecanismos de protección de los derechos individuales y colectivos de los Pueblos Indígenas, garantizando su integridad, pervivencia y bienestar.
Desde la CNTI reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas y condenamos cualquier forma de discriminación que atente contra nuestra dignidad, identidad, espiritualidad y cultura. Reiteramos que el racismo no es un asunto menor ni una simple ofensa: es una forma de violencia que refuerza la exclusión, perpetúa la desigualdad y amenaza la pervivencia de los Pueblos Indígenas.
¡Defender los territorios, es defender la vida!