5 de junio de 2018
En la primera celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, es necesario seguir gritando con fuerza que la madre tierra está en peligro inminente y con ella la vida. La explotación irracional y desmedida de recursos, los megaproyectos de infraestructura y el irrespeto a los te1Titorios ancestrales, que mantienen la armonía y el equilibrio ambiental, están hiriendo de muerte a la dadora de vida.
El territorio nacional, un tesoro de biodiversidad, pasajes, ríos, selvas, mares, desiertos, manglares y otras maravillas, está siendo víctima de un exterminio premeditado por los modelos de desarrollo que prefieren a muerte sobre la vida y que parecen mantenerse en el tiempo sin ser castigados.
Hoy más que nunca debemos entender la importancia dela conservación de los recursos. Hoy no se trata de conservar por conservar. sino de conservar para vivir. Si seguimos desangrando a la tierra de manera irracional, malgastando sus recursos y usándolos de forma irracional no habrá esperanza alguna.
Los Pueblos Indígenas hemos aprendido que no existe una separación entre nosotros y nuestro entorno, hemos entendimos desde nuestros ancestros que debemos buscar un equilibro con la naturaleza, que no esto mar de ella más de los que necesitamos para vivir sino que es necesario retribuir lo que utilizamos: cuidando, conservando, amando, respetando y protegiendo todos los elementos naturales que la componen.
La madre tierra ya no sabe cómo advertimos el daño que le estamos produciendo y los efectos que tendrá sobre nosotros. La mayoría de catástrofes catalogadas como naturales, no son otra cosa distinta a su respuesta desesperada frente al irrespeto y el abuso de sus hijos humanos.
Es importante que exista un día Mundial del Medio Ambiente y que los gobiernos se unan a la celebración, sin embargo es aún más importante que lo que se dice se traduzcan en hechos concretos. Porque delo contrario escomo si no existiera nada. El compromiso con el medio ambiente no es solo un día mediático sino una decisión política, es decidir y actuar en consonancia con un compromiso de supervivencia digna.
Es incoherente unirse a la celebración un día y abusar dela tierra el resto del año. Desde la Comisión Nacional de territorios Nacionales hacemos un llamado a revisar el modelo económico colombiano que hoy está basado en el extractivismo, que no es responsable, ni sostenible. No es posible conservar concediendo títulos mineros, llenas para la explotación de hidrocarburos y maderables de manera indiscriminada y progresiva. No es posible conservar pasando por encima delos saberes tradicionales de los Pueblos Indígenas sobre el equilibrio y la armonía con la naturaleza.