La STI participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura y recalcó la importancia de los derechos territoriales

La STI participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura y recalcó la importancia de los derechos territoriales

En el marco de la COP16, el 26 de octubre el Secretario Técnico Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas-CNTI, participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura donde habló sobre la urgencia de garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas como un componente esencial en la conservación de la biodiversidad. Además, subrayó que los territorios indígenas representan un conjunto integral de relaciones materiales, espirituales y culturales con la Madre Tierra fundamentales para conservación de los espacios de vida.

«Los pueblos indígenas no entendemos el territorio únicamente como un espacio físico, sino como una relación compleja y ancestral que incluye derechos humanos y territoriales”. También resaltó la necesidad de que los Estados firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica adopten un enfoque que no solo incluya políticas ambientales, sino que integre los derechos de los pueblos indígenas en tratados como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU de 2007.

También destacó la importancia de los sistemas de información y monitoreo que permiten registrar la situación de los derechos territoriales y los obstáculos que enfrentan los líderes indígenas en su ejercicio de liderazgo. Entre estos desafíos, mencionó la implementación de figuras de conservación sin participación indígena, lo que afecta directamente la autonomía de los pueblos.

«La defensa de nuestros territorios no puede seguir costándonos la vida. Como pueblos indígenas, proteger el territorio significa proteger la vida misma, y esa es nuestra misión y compromiso,» concluyó el secretario técnico. Con su participación en esta cumbre, la CNTI refuerza su llamado al reconocimiento de los territorios indígenas como fundamentales para la conservación de los espacios de vida, en un contexto de crisis climática que demanda acciones urgentes de los derechos territoriales indígenas.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad

Monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad

En el desarrollo de la programación de la COP16, zona verde, el 23 de octubre se realizó un conversatorio sobre el Sistema de Información Indígena (SIG-I) y sus contribuciones a la implementación, participación y monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). En este encuentro hubo un diálogo entre el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), Forest People Programe (FPP), Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI).

El Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas (ODTPI) y nuestros sistemas de información (SIG-I, SIVOSPI, SIMOSOF y SIMA), pueden desempeñar un rol crucial en el monitoreo de la implementación el Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). Por lo tanto, deben ser reconocidos y legitimados como fuente de datos verídica, porque somos los pueblos indígenas quienes conocemos, cuidamos y habitamos nuestros territorios. Somos quienes debemos informar sobre nuestras contribuciones para los indicadores nacionales, a partir de nuestros sistemas de información y gestión.

Angie Rivera, coordinadora del Área de Geografía de la CNTI, moderó la conversación y formuló preguntas clave a los distintos panelistas. Además, hizo una presentación de la historia de la CNTI, el ODTPI, y el SIG-I. Comentó que el SIG-I es una plataforma detallada desarrollada conjuntamente por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAG) y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), para la visualización y análisis de datos espaciales, en mapas, relacionados con nuestros territorios. Permite la representación de resguardos, solicitudes de formalización, zonas de protección ambiental, y proyectos extractivos.

La ronda de intervenciones inició con la participación de Diego Carrero, subdirector general del IGAC. Para él, el SIG-I de la CNTI es una iniciativa no solo es poderosa en términos tecnológicos, sino que también logra una relación entre los saberes ancestrales de los pueblos indígenas y las herramientas modernas de georreferenciación y mapeo. Para Carrero, esta relación directa entre la institucionalidad y los Pueblos Indígenas es fundamental porque fortalece la capacidad conjunta de gestión.

Maurizio Farhan Ferrari, senior Policy Advisor, de Forest People Programe (FPP) continuó con su intervención. Para él, la tenencia de los territorios indígenas fue una discusión que se propuso en la COP15, pero el reconocimiento de los derechos territoriales y los conocimientos propios de los pueblos indígenas y su inclusión en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB), son puntos clave de discusión de la COP16. En ese sentido, el SIG-I es un caso positivo porque puede desempeñar un rol crucial en el monitoreo de la implementación del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). Por lo tanto, debería ser reconocido y legitimado como fuente de datos verídica. Maurizio resalta la necesidad de que los convenios internacionales apoyen, involucren, reconozcan y apliquen los sistemas de información propia de los Pueblos Indígenas en el monitoreo e indicadores de las metas del MMB. Reconoce el trabajo que ha realizado la CNTI en el desarrollo de sistemas de información propia, e identifica posibilidades y retos luego de esta COP 16. Afirma que es importante la vinculación del trabajo territorial con el nivel nacional e internacional, porque de este modo se pueden medir y reconocer las contribuciones de los pueblos indígenas en el cuidado y mantenimiento de la biodiversidad.

De otra parte, Dafna Ángel, del área de Ciencias y Generación de Información del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), destacó el potencial del SIG-I para avanzar en la implementación y monitoreo de los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Explicó que esta herramienta, al integrar los saberes tradicionales indígenas con la tecnología geoespacial avanzada, permite un seguimiento más preciso y participativo de los compromisos adquiridos por el Estado en el marco del CDB. En este sentido, la articulación entre el SIG-I, las instancias nacionales como el IGAC y las internacionales como el CDB, no solo podría fortalecer la gestión territorial, sino contribuir a un modelo de conservación colaborativo basado en derechos humanos y territoriales de los pueblos indígenas.

Finalmente, nuestro Secretario Técnico indígena, Camilo Niño Izquierdo líder del pueblo Arhuaco, afirmó que el SIG-I es una materialización de las luchas, resistencias y anhelos de los pueblos indígenas. No solo porque es crucial para la planificación y toma de decisiones relacionadas con el cuidado territorial y ambiental, sino porque es una visualización de las apuestas políticas, las oportunidades y retos. De otra parte, comentó que el SIG-I promueve una participación activa y efectiva de los Pueblos Indígenas en los procesos de toma de decisiones relacionados con el cuidado y la defensa de los territorios: ‘’Nos permiten presentar evidencia basada en nuestros propios datos y argumentos sólidos ante discusiones y convenios nacionales e internacionales sobre la biodiversidad’’.

Este sistema es crucial para negociar acuerdos políticos que protejan nuestros derechos territoriales. El enfoque integral del SIG-I es fundamental para la implementación eficaz de estrategias que beneficien tanto la biodiversidad como a los pueblos que históricamente la hemos custodiado. Camilo Niño Izquierdo propone que este sistema propio es único en Latinoamérica porque hay una apuesta de articulación, negociación y concertación entre los Pueblos Indígenas y el Gobierno nacional. No se trata solo de un sistema de georreferenciación, dice, sino de una apuesta política que nos ubica a los pueblos indígenas en el centro de la toma de decisiones relacionadas con nuestros territorios. Al tener información propia, verídica, confiable, las posibilidades de participación y concertación aumentan. EL SIG-I como fundamento no solo para el cuidado de nuestros territorios, sino también para la reivindicación y supervivencia de nuestra diversidad cultural, saberes ancestrales y autodeterminación en la gestión de nuestros territorios.

¡Defender los territorios es defender la vida!

 

 

 

 

La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas

La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas

El Secretario Técnico Indígena de la CNTI participó en el conversatorio apoyando a los pueblos indígenas para avanzar en la implementación de la meta 3 del Convenio de Diversidad Biológica, un espacio realizado en la zona azul en el marco de la Conferencia de las Partes (COP16) donde resaltó la importancia de los derechos territoriales en la agenda ambiental global.

Durante la intervención destacó la relación intrínseca entre la protección del territorio y la conservación de los espacios de vida, una lucha que ha sido histórica para los pueblos indígenas. Además, mencionó que en Colombia los resguardos indígenas abarcan alrededor de 35 millones de hectáreas, y el 49% de los bosques del país se encuentran dentro de estos territorios. “Aunque se ha avanzado en el reconocimiento de nuestros territorios, aún existen más de 10 millones de hectáreas de importancia espiritual y cultural que no han sido protegidas por el gobierno colombiano”, señaló.

También hizo un llamado para la conservación de los territorios y que esta sea una oportunidad para reconocer las luchas históricas de los pueblos indígenas. “Es fundamental que la categoría de territorios indígenas sea reconocida, en lugar de adaptarse a otras figuras de conservación que vulneran nuestros derechos y no representan nuestras luchas”, afirmó.

Finalmente, el Secretario Técnico Indígena enfatizó que la seguridad jurídica no se limita a un reconocimiento formal en documentos, sino que debe garantizar que los pueblos indígenas puedan vivir y ejercer la autonomía en sus territorios. La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas en la defensa de sus territorios, los derechos fundamentales y la importancia de su participación en los procesos de toma de decisiones a nivel global.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Es necesario encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida

Es necesario encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida

El 21 de octubre se realizó un conversatorio sobre la Meta 3 del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB), en el desarrollo de la programación de la COP16, en la zona verde ubicado en el boulevard del río en la ciudad de Cali. Allí participaron vocerías de los pueblos indígenas, campesinas y afrodescendientes. El encuentro tuvo cinco momentos;. la apertura del espacio por parte de una autoridad tradicional, la contextualización de la creación de una mesa de trabajo conjunta, la presentación de los panelistas, la ronda de preguntas y respuestas y finalmente las intervenciones y preguntas del público.

Carmen Rosa Guerra Ariza, indígena Kankuama de la Sierra Nevada de Santa Marta, Policy Manager Niatero, fue la encarda de moderar la conversación. La pregunta que estructuró el encuentro fue ¿cuáles son los aportes de los Territorios Indígenas, los Consejos Comunitarios y las Zonas de Reserva Campesina en la conservación y cuidado de la Madre Tierra? Y ¿cómo estos pueden contribuir a la implementación de la Meta 3 de MMB?

Gladys Calvache, líder campesina, fundadora de la Asociación de Mujeres de la bota Caucana, afirmó que llevan más de 25 años trabajando en el territorio cuidando la biodiversidad de Santa Rosa del Cauca. En diciembre de 2022 fue aprobada la Zona de Reserva Campesina La Tuna, luego de una lucha larga y concertación multiétnica e intercultural. Según Gladys, la zona permitirá controlar la expansión inadecuada de la frontera agropecuaria, garantizar la participación del campesinado en la planificación del territorio, facilitar la ejecución de políticas públicas, pero sobre todo proteger los recursos naturales. La Tuna está rodeado de tres parques nacionales y allí se tiene registro de más de 400 aves, ríos, páramos y bosque: ‘’Estamos situados en una zona estratégica, en la zona de confluencia macizocolombiano piedemonte amazónico y tenemos también una incidencia en el pacífico”.

Por su parte, Jaime Luis Airas Ramírez, actual gobernador del pueblo Kankuamo, miembro del Consejo Territorial de Cabildos de la Sierra Nevada de Santa Marta, afirmó que los Pueblos Indígenas de Colombia han contribuido al cuidado de la Madre Tierra desde sus sistemas de conocimientos propios, usos y costumbres. Estos saberes ancestrales han sido transmitidos en el proceso de aprendizaje y enseñanza de los mayores y mayoras. “Y como Pueblos Indígenas tenemos la responsabilidad de seguir manteniendo ese legado, ese principio de vida de cuidar el territorio, no solo para nuestra subsistencia, sino para toda la humanidad. Es nuestro mandato de vida para la humanidad, y seguiremos manteniendo la paz y la armonía con la naturaleza”. El gobernador Kankuamo también mencionó que la Meta 3 del MMB plantea retos y posibilidades para la protección de los territorios indígenas. El conocimiento y el cuidado de la biodiversidad debe implicar el reconocimiento y la garantía de los derechos de los pueblos indígenas, y el ejercicio de autonomía del gobierno propio. Finalmente, insistió que en esta COP16 de Biodiversidad, se debe posicionar la noción de que no solo debe proteger el territorio, sino que es el territorio quien cobija y cuida de la humanidad y de todas las expresiones de la vida.

Vladimir Angulo Cuero, miembro activo del Proceso de Comunidades Negras (PCN), afirmó que el primer ejercicio de cuidado y conservación que hacen las comunidades negras inició desde el momento en que arribaron a América, porque desde antes ya había vínculos profundos de protección con los territorios. Aunque para sus ancestros implicó un proceso doloroso y de exterminio, fueron quienes enseñaron cómo se cuida la vida, en medio de condiciones adversas. También afirmó que este ejercicio de cuidado que han realizado desde siempre, se ratificó con la ley 70 de 1993 en la que se creó la figura de Consejos Comunitarios. Para las comunidades afrodescendientes, dice Vladimir, son Palenques, sin embargo, la pelea jurídica con el Estado la perdieron.

Hoy hay Consejos Comunitarios legalmente constituidos en todo el país y este proceso ha posibilitado la titulación colectiva de territorios que ancestralmente venían ocupando. Aunque hay avances significativos, reconoce que los retos y discusiones con el Estado son grandes. En el marco de la Meta 3 del MMB y de los mecanismos de monitoreo e implementación dice que el lenguaje institucional y especializado debe entrar en diálogo y socialización directa con las comunidades, pueblos y organizaciones sociales. Si bien debe haber espacios de articulación entre la institucionalidad y las comunidades, también deben propiciarse espacios propios, de autonomía y gestión interna.

Este conversatorio sobre la Meta 3 del MMB destacó la importancia de los Territorios Indígenas, las Zonas de Reserva Campesina y los Consejos Comunitarios como figuras clave para la conservación de la biodiversidad y el cuidado de la Madre Tierra. El diálogo subrayó la necesidad de garantizar sus derechos territoriales, fortalecer su autonomía en la gestión del territorio y crear mecanismos que permitan una mayor articulación entre las políticas públicas y las realidades locales.

El conversatorio también puso de manifiesto debates no resueltos especialmente en torno a las formas de gobernanza territorial, la espiritualidad y ancestralidad, el reconocimiento legal de sus territorios y la relación con el Estado. A pesar de las diferencias en sus enfoques y experiencias, coincidieron en la necesidad de encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida. Reconociendo la riqueza de sus diversos saberes y prácticas, se destacó la importancia de construir alianzas interculturales que fortalezcan la autonomía y promuevan el reconocimiento de sus derechos. En este sentido, la COP16 se presenta como un espacio clave para avanzar en la colaboración, desde la diversidad, hacia una gobernanza integral que ponga en el centro el cuidado de la naturaleza y la defensa de los territorios como pilares del bienestar de toda la humanidad.

!Defender los territorios es defender la vida!

El rol fundamental de los pueblos indígenas en la COP16 desde Kite Kiwe  

El rol fundamental de los pueblos indígenas en la COP16 desde Kite Kiwe  

En el recorrido de la Chiva Ka’tikunsi: ruta por la vida camino a la COP16, desde en el territorio de Kite Kiwe, sur del departamento del Cauca, municipio de Timbio, en espacio con las autoridades de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca-ACIN se habló sobre el rol fundamental que cumplen los pueblos indígenas de Colombia en la protección y cuidado del territorio. Desde Kite Kiwe las autoridades resaltaron la importancia de la conexión profunda con la tierra y la responsabilidad como guardianes de los sitios sagrados.

En el escenario histórico como la COP16, es fundamental garantizar la participación de los pueblos ancestrales, puesto que son quienes milenariamente han contribuido a la conservación de los espacios de vida, a través de las prácticas o conocimientos tradicionales para vivir en armonía con la madre tierra.

Por ello, las autoridades presentes mencionaron que “entendemos que el cambio climático y la degradación ambiental son desafíos globales que requieren soluciones inclusivas. Por ello, hacemos un llamado a los gobiernos y a las organizaciones internacionales para que reconozcan nuestros derechos territoriales y nos incluyan en la toma de decisiones que afectan nuestras vidas y nuestro entorno”.

Además, es necesario que exista un respeto y reconocimiento de las prácticas ancestrales y de la cultura misma, porque la protección de la madre tierra es una lucha común que nos une a todos, y se espera que la COP16 permita garantizar los derechos de los pueblos indígenas en materia territorial.

En conclusión, desde Kite Kiwe, El Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas CNTI se expresó el compromiso con la defensa de los derechos territoriales. Además, de generar conciencia desde la familia, pueblos y sociedad en general para el cuidado los territorios para el futuro de las nuevas generaciones.

Por: Programa de Comunicaciones-CRIC, la RED-AMCIC y CNTI

El papel de la comunicación indígena en Totoró: Un legado de lucha y resistencia

El papel de la comunicación indígena en Totoró: Un legado de lucha y resistencia

Desde las montañas del Cauca, en el resguardo indígena de Totoró, la comunicación ha sido un pilar fundamental en la preservación de las tradiciones, la autonomía y la visibilidad política de las comunidades indígenas. En una conversación con Ciro Bustos, comunicador comunitario, nos habló de la historia de la radio indígena y su papel en la reivindicación de los territorios ancestrales.

La historia de la comunicación comunitaria en Totoró se remonta a los años 90, cuando las primeras emisoras nacieron de manera artesanal. Fueron pioneros como Manuel Sánchez y Jesús Adán Bello quienes iniciaron este proceso, impulsados por la necesidad de que las voces de los territorios fueran escuchadas sin depender de los medios comerciales, que cobraban tarifas imposibles para acceder a espacios de difusión.

El primer intento en Totoró fue la emisora Ondas del Cofre, que más tarde, en 1999, cambiaría su nombre a Radio Libertad tras un concurso. En sus inicios, esta radio tenía una modesta cobertura que abarcaba únicamente el casco urbano del resguardo. Sin embargo, la lucha constante de los mayores permitió que en el año 2000 la emisora adquiriera equipos más avanzados y expandiera su señal a un mayor territorio, consolidándose como un medio vital para la comunidad y sus resguardos vecinos.

José Fernando Conejo, quien fue el coordinador de este proceso en el año 2000, es recordado por su papel clave en mejorar la infraestructura técnica y fortalecer el alcance de la emisora. Bajo su liderazgo, Radio Libertad se convirtió en un símbolo de resistencia cultural y política, permitiendo a las comunidades indígenas del Cauca visibilizar sus luchas y procesos a través de un medio propio.

“La creación de estos medios fue una respuesta a la exclusión que sufríamos en los medios comerciales. Ahora, con nuestras emisoras, hemos logrado visibilizar nuestras voces, luchas y procesos políticos”, señaló Bustos.

El camino hacia la consolidación no fue fácil. En el año 2000, Radio Libertad fue legalizada, y bajo el liderazgo de los gobernadores indígenas de ese tiempo, se integró a la Red AMCIC (Asociación de Medios de Comunicación Indígena del Cauca), una red que agrupa a diversas emisoras del departamento y que ha sido fundamental para la comunicación colectiva de los pueblos indígenas.

Sin embargo, hoy en día, la lucha continúa. Las comunidades indígenas enfrentan la presión de los impuestos y regulaciones del gobierno, que asfixian a los medios comunitarios. El espectro electromagnético, los derechos de autor y las tarifas impuestas limitan la operación de estas emisoras, llevando a una nueva batalla para que se reconozca a las radios indígenas como una categoría especial dentro de la legislación pública.

“Seguimos en pie de lucha. La comunicación indígena es vital para la preservación de nuestra cultura y nuestras luchas políticas. No podemos permitir que estos impuestos nos asfixien. Estamos en un proceso para formalizar una política pública que garantice que nuestras emisoras puedan operar sin estos obstáculos”, afirmó Bustos.

La historia de la comunicación indígena en Totoró es un ejemplo de resistencia y apropiación de los medios como herramientas de empoderamiento. Hoy más que nunca, estas emisoras representan la voz viva de los territorios, una voz que sigue luchando por ser escuchada en un país donde las desigualdades históricas han intentado silenciarla.

Con iniciativas como la Chiva Ka’tikunsi, que recorren los territorios indígenas llevando mensajes de esperanza y lucha, queda claro que la comunicación indígena no es solo un medio; es una herramienta de transformación social y política que sigue fortaleciéndose desde sus raíces.

¡Defender los territorios es defender la vida!

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