Conmemoración día internacional de las mujeres

Conmemoración día internacional de las mujeres

8 DE MARZO DE 2025

Las mujeres indígenas somos el corazón de nuestros pueblos. Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), la Secretaria Técnica Indígena (STI) y el Observatorio de Derechos territoriales de los Pueblos Indígenas (ODTPI) honramos y reivindicamos la fuerza de las mujeres indígenas, guardianas de la vida, el territorio y la memoria ancestral.

Las mujeres indígenas somos semilla y raíz, agua y fuego, cuidadoras de la biodiversidad y portadoras de los saberes que hemos tejido esa relación espiritual entre los pueblos milenarios y la Madre Tierra. Nuestra voz resiste, nuestro caminar transforma, nuestra lucha defiende los territorios frente a la explotación y la violencia que amenazan su existencia y la de sus comunidades. Nuestros conocimientos son herencia y camino. Enseñamos la lengua, la medicina, la conexión con los espíritus. Nuestra palabra y nuestro hacer son raíz y futuro. Somos iluminadas por los pasos de nuestros ancestras y ancestros.

Somos esenciales en la toma de decisiones y en la resistencia. Nuestra lucha es por el territorio, la identidad, la cultura, la autonomía. Nuestra lucha es por las generaciones que vienen. El territorio no es sólo el suelo que se habita, es el cuerpo, es la historia viva, el hogar donde se resguardan las lenguas, las tradiciones y la espiritualidad de los pueblos originarios. Así como la mujer es protectora de la vida, el territorio es su reflejo, su extensión, su fuente de sustento y resistencia.

Sin embargo, esta relación vital y sagrada, sigue siendo vulnerada por sistemas de opresión que despojan, silencian y violentan tanto a la mujer como al territorio mismo.

Hoy conmemoramos, pero también exigimos:

🔸 Protección y respeto por las mujeres indígenas que defienden la vida y los derechos de sus pueblos.
🔸 Garantías para la permanencia en los territorios ancestrales, libres de despojo y violencia.
🔸 Reconocimiento de los conocimientos y liderazgos de las mujeres indígenas en la defensa de la biodiversidad y la justicia climática.
🔸 Justicia y reparación para aquellas que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia.

Nuestro andar debe ser libre de violencia.

Defender los territorios también es defender nuestros cuerpos y nuestra autonomía. Exigimos respeto, justicia y espacios donde nuestra voz sea escuchada sin miedo.

Honramos nuestra fuerza y resistencia. Porque nuestro liderazgo transforma, guía y construye caminos de dignidad para los pueblos.

Desde la CNTI, nos unimos a la voz de las mujeres indígenas que, con su resistencia, siguen trazando caminos de dignidad, autonomía y buen vivir para los Pueblos Indígenas de Colombia y el mundo.

Hoy y siempre, nuestra lucha es por la vida.

#8M – Mujeres indígenas, fuerza y resistencia.

¡Defender los territorios, es defender la vida!

La CNTI rechaza el asesinato de Edgar Tumiñá y exige justicia para los pueblos indígenas

La CNTI rechaza el asesinato de Edgar Tumiñá y exige justicia para los pueblos indígenas

Desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) rechazamos el asesinato de Edgar Tumiñá Gembuel, Kiwe Thegnas (Guardia Indígena) del resguardo de Toribío, en el departamento del Cauca, ocurrido el 1 de marzo de 2025.

La violencia sistemática sigue arrebatando la vida de quienes defienden los territorios ancestrales y la autonomía de los Pueblos Indígenas en Colombia.

Edgar Tumiñá, reconocido líder comunitario y defensor de la vida y el territorio, fue asesinado en el casco urbano de Toribío por hombres armados que le dispararon en múltiples ocasiones. Su compromiso con la Guardia Indígena y su proceso organizativo fue un ejemplo de resistencia, como lo fue también su hermano Manuel Tumiñá, asesinado en el año 2014 por su labor en la protección del territorio.

Hoy, su asesinato no solo enluta a su familia y comunidad, sino que representa una grave amenaza para la pervivencia de los Pueblos Indígenas en sus territorios.

Desde la Secretaría Técnica Indígena de la CNTI denunciamos y rechazamos la violencia política que se sigue perpetuando en nuestros territorios, amenazando nuestro derecho a la vida y a la autonomía. La falta de seguridad jurídica sobre los territorios indígenas y el rezago en la formalización de nuestros territorios han sido factores que fomentan la violencia en contra de nuestros pueblos originarios.

Desde este espacio, le exigimos al Gobierno Nacional, a los organos de control y organismos de derechos humanos para tomar las medidas urgentes y efectivas para garantizar la protección de los Pueblos Indígenas, sus líderes y lideresas. No podemos seguir siendo testigos de la impunidad que rodea los asesinatos de líderes/as indígenas, guardianes/as del territorio y defensores/as de la vida.

La falta de acciones concretas para frenar la violencia y garantizar la seguridad de nuestros pueblos milenarios ha permitido que estructuras armadas ilegales sigan operando con total impunidad en nuestros territorios.

Es urgente que el Estado implemente estrategias integrales de protección, de seguridad basadas en el reconocimiento de nuestras propias formas de vida, de autogobierno y autodeterminación, incluyendo el fortalecimiento de la Guardia Indígena y el cumplimiento de los compromisos adquiridos en materia de la seguridad jurídica de los territorios.

Exigimos justicia, verdad y garantías de no repetición. No basta con condenas simbólicas ni con promesas que no se materializan en acciones reales. Necesitamos que se esclarezcan los hechos, que se identifique y judicialicen a los responsables materiales e intelectuales de estos crímenes, y que se garantice el derecho a la verdad de las familias y pueblos que hoy lamentamos la pérdida de nuestros defensores/as.

Sin justicia, la violencia continuará perpetuándose, amenazando con el exterminio físico y cultural de los pueblos originarios en el país.

¡Que defender nuestros territorios, no nos cueste la vida!

Conmemora el Día Mundial de la Radio para reconocer su papel fundamental en la difusión de información

Conmemora el Día Mundial de la Radio para reconocer su papel fundamental en la difusión de información

El 13 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Radio para reconocer su papel fundamental en la difusión de información, el fortalecimiento de la libertad de expresión, la diversidad cultural y la educación. También se celebra su capacidad para articular comunidades y pueblos, y amplificar las voces que defienden la vida y los territorios.

Las emisoras indígenas y comunitarias fortalecen la autonomía y la autodeterminación de los pueblos en la protección de sus territorios.

La radio visual Ka’tikunsi, la voz de los territorios, se consolida como una herramienta clave que fortalece los canales de comunicación autónomos, posiciona mensajes y materializa el reconocimiento de los derechos territoriales.

Los espacios de formación e intercambio en pedagogía y comunicación tienen el potencial de convertirse en catalizadores para fortalecer las capacidades de las comunidades y Pueblos  Indígenas en la defensa de nuestros derechos territoriales y culturales.

Estos espacios no solo son puntos de encuentro para compartir saberes propios y apropiados, sino también plataformas para desarrollar metodologías pedagógicas y estrategias comunicativas que reflejen la riqueza de nuestros sistemas de conocimientos y nuestra conexión con el territorio.

El intercambio de saberes fortalece las habilidades de comunicación y pedagogía, no sólo como medios de transmisión de información, sino como herramientas para movilizar y transformar realidades.

Ka’tikunsi como un medio de comunicación propia, denuncia, concientiza y promueve el cambio para enfrentar la triple crisis: pérdida de biodiversidad, desertificación de los suelos y deforestación. Cuidar y defender el territorio es defender la vida.

Ka’tikunsi articula esfuerzos con otras emisoras indígenas para promover el cumplimiento y defensa de los derechos territoriales, creando una red de comunicación propia que amplifica las voces de los 115 Pueblos Indígenas de Colombia.

En el Día Mundial de la Radio, reivindicamos la radio como un medio vivo de resistencia, memoria y transformación, que desde los territorios indígenas comunica, explica y defiende todas las expresiones de vida. Defender los territorios, es defender la vida.

Las radios indígenas y comunitarias no solo son espacios de comunicación, sino también guardianas de la memoria y la resistencia de los Pueblos Indígenas. A través de la oralidad y la palabra colectiva, mantienen vivas las historias, los conocimientos ancestrales y las luchas por la defensa del territorio. En un mundo donde la información se fragmenta y los discursos hegemónicos intentan invisibilizar otras formas de vida, Ka’tikunsi y las emisoras indígenas se convierten en trincheras sonoras que resisten, denuncian y proponen caminos para un futuro en armonía con la naturaleza.

En este Día Mundial de la Radio, es fundamental reconocer y fortalecer estos medios como herramientas de transformación social y política. La comunicación indígena no solo informa, sino que siembra conciencia, nutre la identidad y moviliza acciones concretas para la protección de la biodiversidad y los derechos territoriales. Escuchar la voz de los pueblos es reconocer su existencia y sus luchas; amplificar su mensaje es un compromiso con la vida y el equilibrio del planeta.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Día Nacional de la Lenguas Nativas: “Nuestra lengua es nuestro territorio”, nos dicen los mayores

Día Nacional de la Lenguas Nativas: “Nuestra lengua es nuestro territorio”, nos dicen los mayores

Cada 21 de febrero, el mundo celebra el Día Internacional de las Lenguas Maternas, una fecha proclamada por la UNESCO en 1999 para visibilizar y promover la diversidad cultural y lingüística.

En Colombia, esta conmemoración también marca el Día Nacional de las Lenguas Nativas, un reconocimiento a los idiomas ancestrales que siguen resistiendo y tejiendo la historia de los Pueblos Indígenas. Esta fecha reafirma el derecho de los pueblos a preservar, revitalizar y fortalecer sus lenguas como parte esencial de su identidad y territorio.

El territorio también se defiende con el idioma propio. Porque en nuestra lengua está el pensamiento de nuestros mayores; la sabiduría de los ancestros y las ancestras; las normas propias; el conocimiento de los ríos, las montañas y los animales. Si nos quitan la lengua, nos quitan el territorio.

En Colombia perviven 65 lenguas indígenas, 2 criollas y la lengua romaní del pueblo Rrom. Estas lenguas pertenecen a 13 familias lingüísticas y son patrimonio cultural inmaterial de la nación.

Según la Constitución de 1991, las lenguas indígenas son oficiales en sus territorios. La Ley 1381 de 2010 reconoce el derecho de los Pueblos Indígenas a usar, preservar y fortalecer sus lenguas. Garantizar educación en lengua materna fortalece la transmisión intergeneracional.

Fomentar la producción de materiales pedagógicos en lenguas indígenas es fundamental para la educación intercultural y preservar la memoria de nuestros pueblos. Los medios de comunicación indígenas y comunitarios son voz, resistencia y territorio. Fortalecemos nuestra autonomía y autodeterminación, protegiendo nuestra lengua, cultura y territorio.

¿Qué es El Plan Decenal de Lenguas Nativas (2022-2032)?

Es una estrategia para la protección, fortalecimiento y revitalización de las lenguas indígenas. Pretende garantizar el derecho de los Pueblos Indígenas a usar, preservar y desarrollar sus lenguas como parte fundamental de su identidad y territorio. Las lenguas indígenas son patrimonio vivo. Su protección no puede esperar. Garantizar su fortalecimiento es una deuda histórica con los pueblos que las hablan. Sin implementación efectiva ni recursos suficientes, las lenguas seguirán en peligro. Exigimos compromiso y acciones concretas para su cumplimiento.

Cada lengua es un universo de nuestros sistemas de conocimientos, una forma de nombrar el mundo y habitarlo. Cada lengua es más que palabras: es memoria, sabiduría y territorio. Es el eco de las voces de nuestros ancestros y la herencia para las generaciones futuras. Es el latido de la Madre Tierra.

Más de la mitad de las lenguas indígenas en Colombia están en peligro de desaparecer. La pérdida de hablantes, la discriminación, el desplazamiento forzado y la falta de políticas efectivas amenazan su existencia. Cuando una lengua indígena desaparece, un pueblo pierde su voz. El fuego de la memoria se apaga. Un territorio queda en silencio. Cada palabra que no se transmite es una historia.

Las lenguas indígenas son resistencia, vida y dignidad. No basta con reconocerlas, hay que fortalecerlas, hablarlas y transmitirlas a las nuevas generaciones. Desde la CNTI reafirmamos nuestro compromiso con su protección. Exigimos acciones concretas para su revitalización y defensa. Que nuestra palabra no se apague. Que nuestras lenguas sigan vivas.

¡Soñemos en nuestra lengua! ¡Defender los territorios, es defender la vida!

Crisis humanitaria del Pueblo Barí en el Catatumbo

Crisis humanitaria del Pueblo Barí en el Catatumbo

El Pueblo Barí enfrenta una grave crisis humanitaria en el Catatumbo. La violencia de los actores armados y la imposición de decisiones estatales sin participación del pueblo indígena afectan su territorio y amenazan su existencia. Exigimos acción inmediata del Estado para garantizar sus derechos territoriales, humanos y fundamentales.

El Pueblo Barí es una nación Indígena que habita el Catatumbo, en el nororiente de Colombia. Desde hace un siglo su territorio ancestral Chiyi Ishtana (Madre Tierra) es amenazado por la lógica extractivista, la acción militar y la omisión estatal afectando el goce efectivo de sus derechos.

El Pueblo Barí sufre desplazamiento, violencia, despojo y confinamiento territorial. El incumplimiento del Acuerdo Final de Paz permitió el avance de actores armados en el territorio del Catatumbo, aumentando el riesgo de desapariciones, asesinatos, reclutamiento a menores de edad y demás violaciones al Derecho Internacional Humanitario.

Incumplimiento del Estado Colombiano

El Gobierno Nacional ha sido ineficiente ante los fallos judiciales que ordenan la protección del territorio Barí. Sentencias como la T-880/2006, T-052/2017 y T-498/2023 han sido sistemáticamente incumplidas, dejando al pueblo en una situación de extrema vulnerabilidad.

El Decreto 062/2025 declaró la Conmoción Interior en el Catatumbo. Sin embargo, en lugar de garantizar la paz y la protección de los derechos indígenas, ha facilitado la militarización y el avance de políticas sin la participación y consulta a la Nación Barí.

Ante la Conmoción Interior el Gobierno ha priorizado el diálogo con organizaciones sociales y campesinas, excluyendo al Pueblo Barí de los procesos que inciden sobre su territorio. Esta exclusión desconoce el gobierno indígena propio, la autonomía y viola el derecho a la Participación y Consulta Previa, Libre e Informada, obligatorio en cualquier decisión que afecte su territorio.

El Pueblo Barí, en Asamblea Permanente, exige el reconocimiento y respeto de su territorio ancestral, el cumplimiento de los acuerdos suscritos en materia territorial y la garantía integral de sus derechos. Rechaza la militarización y demanda el cumplimiento de sentencias que protegen su existencia.

La Nación Barí exige a todos los actores armados, legales e ilegales, retirarse de su territorio. Piden respeto por la vida, la integridad de sus comunidades y la implementación de medidas humanitarias verificables, como el desminado y la protección de sus líderes.

Respaldo de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI)

La CNTI DENUNCIA la inasistencia del Gobierno Nacional a la Mesa de Diálogo e interlocución citada para los días 17 a 21 de febrero y respalda la lucha del Pueblo Barí. Así mismo EXIGE al Gobierno el respeto por la autonomía y el gobierno propio, la implementación del Mecanismo Especial de Consulta y la activación de espacios de diálogo legítimos, sin exclusión ni imposición de intereses ajenos a la comunidad.

Hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional, a los organismos de derechos humanos y a la sociedad civil a presionar al Gobierno colombiano para que cumpla sus obligaciones y garantice la protección del Pueblo Barí.

Si el Estado no actúa, la Nación Barí tomará medidas políticas, jurídicas y espirituales para defender su territorio y sus derechos. No permitirán más despojo ni violencia. ¡El Pueblo Barí resiste y seguirá luchando por la pervivencia y existencia!

¡El Pueblo Barí sigue en pie, su lucha es nuestra lucha!

La crisis humanitaria que enfrenta el Pueblo Barí en el Catatumbo no es un hecho aislado, sino el reflejo de un modelo de desarrollo que desconoce los derechos y la autonomía de los pueblos indígenas. La imposición de proyectos extractivos, la militarización y la falta de voluntad política para cumplir con las decisiones judiciales han puesto en riesgo su supervivencia. La vulneración sistemática de sus derechos demanda una respuesta inmediata del Estado, no solo con medidas reactivas, sino con una política estructural que garantice su territorio, su cultura y su forma de vida en armonía con la naturaleza.

La resistencia del Pueblo Barí es un mensaje claro de dignidad y lucha, no sólo para su nación, sino para todos los Pueblos Indígenas de Colombia y del mundo. La comunidad nacional e internacional no puede permanecer en silencio ante esta crisis. Es urgente una movilización colectiva que exija el respeto por su autonomía, el cumplimiento de las sentencias que protegen su territorio y la implementación de medidas efectivas para garantizar su seguridad. La pervivencia del Pueblo Barí es una causa de justicia, y su lucha, un llamado a defender la vida y la dignidad de los Pueblos Indígenas.

La defensa del territorio Barí es la defensa de la vida, la dignidad y los derechos de los Pueblos Indígenas. ¡Defender los territorios, es defender la vida!

 

 

Pacto por la Tierra, los Territorios y la Vida

Pacto por la Tierra, los Territorios y la Vida

El pasado 21 y 22 de febrero se realizó el Pacto por la Tierra y por la Vida, con el fin de acordar las bases para un plan decenal de la Reforma Agraria, en el Espinal, Tolima. Este encuentro reunió a actores clave en la transformación agraria de Colombia y en la defensa y cuidado de los territorios. Participamos Pueblos Indígenas, organizaciones campesinas, comunidades afrodescendientes, entre otros sectores de la sociedad.

¿Qué propone el gobierno?

Promover un consenso social y político para democratizar la propiedad de la tierra en Colombia. El objetivo es superar las barreras históricas que han limitado la reforma agraria y promover un desarrollo rural inclusivo, equitativo y sostenible.

Se necesitan acuerdos plurales y vinculantes que garanticen el acceso y la recuperación de los territorios despojados, el reconocimiento de los derechos territoriales y la implementación de políticas públicas que fortalezcan la autodeterminación de los pueblos, la justicia social y ambiental.

¿Cuál es nuestra propuesta?

Planteamos una reforma agraria con justicia histórica, que garantice la plena identificación, recuperación y protección de nuestros territorios tradicionales y ancestrales. Posicionamos como necesaria una concepción actualizada de las conjuntas exigencias de reforma agraria en el que se incorpore el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural del pacto constitucional de 1991, el respeto a nuestros sistemas propios de conocimiento y el cumplimiento a los actuales estándares internacionales de protección de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas.

Las comunidades y Pueblos Indígenas desempeñamos un papel fundamental en este pacto porque nuestra relación con el territorio es espiritual, ancestral e integral. La tierra no es solo un recurso, es la base de nuestra vida, cultura y pervivencia como pueblos. Nos convoca a este encuentro la superación del despojo, la violencia y el desplazamiento de nuestros territorios. Una reforma agraria transformadora debe partir en tal sentido por la reparación de estas injusticias, priorizando la recuperación de nuestros territorios ancestrales y la garantía efectiva de nuestros derechos de autonomía.

La reforma agraria debe reconocer y garantizar los derechos territoriales indígenas, asegurando la identificación y reconocimiento de los territorios de posesión tradicional o ancestral, así como la recuperación de los territorios despojados. Este proceso debe ser un pilar fundamental para garantizar la justicia territorial y la pervivencia de los Pueblos Indígenas. Reducir el rezago histórico en la titulación y ampliación de nuestros territorios es una deuda pendiente. Sin este reconocimiento y recuperación, no hay justicia territorial ni garantía de nuestros derechos.

Nuestra participación es clave para garantizar que la reforma agraria respete y fortalezca nuestros derechos territoriales, culturales y sociales, asegurando que nuestros sistemas de conocimientos, nuestras formas de vida y gobierno propio sean reconocidos y protegidos. No podemos hablar de reforma agraria sin garantizar la protección de los territorios ancestrales, el respeto por la autonomía de los pueblos, la preservación de las fuentes de agua y el cuidado de la naturaleza. Nuestra relación con la Madre Tierra es sagrada y va más allá de la propiedad de la tierra.

Participación de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI)

Desde la CNTI participamos activamente en el Pacto por la Tierra, los Territorios y la Vida, reafirmando nuestros derechos territoriales y nuestra autodeterminación. Iniciamos la jornada expresando la importancia de recuperar nuestros territorios ancestrales despojados y nuestra voluntad de construcción colectiva para una reforma agraria justa.

En el panel «Tierra, justicia y futuro», compartimos nuestras principales exigencias como Pueblos Indígenas, exigiendo el reconocimiento pleno de nuestros derechos territoriales, culturales y sociales. Cerramos la jornada con un diálogo entre pueblos y organizaciones indígenas, consolidando las líneas estratégicas que deben ser incluidas en el pacto. Nuestro conocimiento ancestral y nuestra visión integral del territorio son clave para garantizar una reforma agraria que respete la biodiversidad y la identidad cultural de nuestros pueblos.

No puede haber reforma agraria sin la participación efectiva de los Pueblos Indígenas. Nuestra voz, nuestra lucha y nuestros conocimientos son fundamentales para garantizar un verdadero cambio en la tenencia y el cuidado de la tierra.

¡Defender los territorios, es defender la vida!

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