Aprobación órgano subsidiario que reconoce los saberes de los pueblos indígenas en la COP16

Aprobación órgano subsidiario que reconoce los saberes de los pueblos indígenas en la COP16

Desde el 21 de octubre hasta el 1 de noviembre del 2024, la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) y el Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas ODTPI participó activamente en la Conferencia de las Partes (COP16) sobre el Convenio de Diversidad Biológica realizada en la ciudad de Cali. Durante dos semanas, el evento reunió a representantes de distintos países firmantes del convenio donde se abordó temas sobre la implementación de políticas de conservación a nivel global.

Uno de los logros alcanzados en la COP16 para los pueblos indígenas fue la aprobación del órgano subsidiario para el Artículo 8J del Convenio sobre la Diversidad Biológica, un hecho histórico para los pueblos indígenas a nivel global, pues reconoce los derechos y saberes de los pueblos ancestrales en la conservación de la biodiversidad.

Este nuevo órgano, que surge tras 26 años de trabajo en el Artículo 8J, permitirá a los pueblos indígenas y comunidades locales tener voz y voto en las negociaciones, asegurando su participación activa en decisiones sobre biodiversidad. Un referente para el resto del mundo en el que los Estados reconocen la necesidad continua de la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y comunidades locales. Sin embargo, queda pendiente la forma en cómo va a operar este órgano y cómo va a funcionar en temas de gobernanza.

Con este hecho se reconoce el valor de los saberes tradicionales de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales, y se salda una deuda histórica en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de 26 años.

Desde la CNTI y el ODTPI se orientaron esfuerzos para generar espacios de incidencia, pedagogía y debates fundamentales para el proceso de negociación con todos los paises suscritos en el convenio en temas relacionadados con los pueblos indígenas. Además, se trabajó en propuestas como la movilización de recursos, en el cual se buscaba la creación de un fondo que permitiera a los países hacer toda la implementación del Marco Global de Biodiversidad.

Una de las principales apuestas fue la creación de un mecanismo financiero que fuera incluyente, en el cual los países pudieran participar y así mismo, en que los pueblos indígenas tuvieran mecanismos equitativos, directos, adaptables y sensibles a las realidades socioculturales de la toda la región latinoamericana.

En cuanto a los mecanismos de planificación, monitoreo, presentación de informes y reportes, los pueblos indígenas incidieron de manera clara y significativa en la creación y adopción de indicadores fundamentales para la Meta 22. Un de ellos fue el indicador de cambio en el uso del suelo y la tenencia de la tierra, en el cual fuese reconocido el rol fundamental que tienen los territorios indígenas en todo el cumplimiento de las 23 metas y los cuatro objetivos del Marco Global de Biodiversidad.

Sin embargo, en la parte final de la plenaria no fueron abordados temas como los mecanismos financieros y de implementación, los cuales quedaron pendientes para ser discutidos en la próxima COP. Además, se habló de la información de secuencia digital de recursos genéticos y se abordó de manera crítica siempre buscando hacer una protección a los conocimientos tradicionales y una gobernanza de los datos en lo referente a la secuencia de los recursos genéticos y a los recursos de los territorios de los pueblos indígenas.

Pese a los logros alcanzados quedaron algunos temas pendientes respecto a los mecanismos financieros, los mecanismos de implementación del Marco Global de Biodiversidad, debido a que la COP16 fue suspendida por la falta de quórum y algunas de las delegaciones tuvieron que regresar a sus lugares de origen dejando temas de crucial importancia sin resolver.

¡Defender los territorios es defender la vida!

El Sistema General de Regalías, un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social

El Sistema General de Regalías, un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social

El 30 de octubre se realizó un conversatorio sobre el Sistema General de Regalías (SGR) y su relacionamiento directo con los Pueblos y comunidades Indígenas; las Corporaciones Autónomas y los sectores académicos. En el espacio participaron José Giovanny Pinzón Báez, director de gestión y promoción del Sistema General de Regalías (SGR) en el Departamento Nacional de Planeación DPN; Libardo Fernández, ingeniero ambiental, magíster en Gerencia y Prácticas del Desarrollo, y especialista en Planeación y Manejo Integral de Recursos Naturales; Cristian Eduardo Solarte, profesional de apoyo en la Dirección de Planeación de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC); y Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), destacado líder indígena del pueblo Arhuaco de Colombia, comprometido con la defensa de los derechos territoriales indígenas.

Giovanny Pinzón, Subdirector del Sistema General de Regalías del DPN, presentó el espacio e insistió que el Fondo de Regalías es el más importante para el cuidado y conservación de la biodiversidad en Colombia. Se presentó el nuevo modelo de colaboración entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, el cual define cómo se distribuirán, administrarán y ejecutarán los ingresos derivados de la explotación de los recursos naturales no renovables. Según Pinzón, este modelo establece objetivos claros, fines específicos y pautas para el uso eficiente de estos recursos, precisando las condiciones y el alcance de la participación de las comunidades en su gestión y control.

Ante la triple crisis que estamos viviendo, el cambio climático, la perdida de la biodiversidad y la desertificación de los suelos, el Sistema General de Regalías debe pensarse como un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social negativo que generan los modelos de explotación y extracción de recursos no renovables. Actualmente, el sistema contempla 7 bolsas de inversión orientadas a la paz y el desarrollo sostenible, y pretende descentralizar los recursos, facilitando su llegada a los territorios más vulnerables para fortalecer la infraestructura ambiental y social.

Por su parte, Libardo Fernández, desde su perspectiva pedagógica, propone involucrar los actores de la comunidad académica en la gestión y el monitoreo de estos recursos, subrayando la importancia de integrar el conocimiento científico y técnico en el proceso de distribución y aplicación de las regalías. Según Libardo, la participación de universidades, centros de investigación y estudiantes no solo contribuiría a una mayor transparencia en el uso de los fondos, sino que también enriquecería la capacidad de innovación y adaptabilidad de las comunidades para enfrentar los retos ambientales y sociales actuales.

La academia tiene un rol fundamental en la construcción y planificación de infraestructuras sostenibles que respondan a las exigencias del cambio climático y se adapten a sus impactos. Desde el diseño hasta la integración de tecnologías que optimicen el uso de recursos. Este esfuerzo conjunto también puede extenderse al ámbito formativo, capacitando a docentes en temas ambientales, climáticos y de turismo de naturaleza para que estas áreas de conocimiento se integren a los planes de estudio en todos los niveles educativos. Finalmente, dice que la academia debe contribuir en la formulación de proyectos para la participación efectiva de las comunidades y Pueblos Indígenas en Sistema General de Regalías. A través de programas de capacitación y procesos de diálogo intercultural, la academia puede facilitar que las comunidades y Pueblos Indígenas accedan a los recursos de las regalías de manera informada y justa.

Cristian Eduardo Solarte de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), planteo que, como representante de la Entidad ejecutora y autoridad ambiental, las Corporaciones deben realizar un acompañamiento en la formulación de proyectos y garantizar la participación de las comunidades y Pueblos Indígenas, bajo un enfoque étnico. Esta colaboración no solo implica un enfoque étnico en la participación, sino también el establecimiento de mecanismos de cooperación técnica y financiera que fortalezcan las capacidades locales y aseguren que los proyectos generen un impacto positivo tanto en sus proyectos de vida como en la protección del entorno natural.

Como indígena, Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), planteó varios puntos esenciales para asegurar que los derechos y la autonomía de los Pueblos Indígenas se reconozcan y respeten en la implementación del Sistema General de Regalías. En primer lugar, destacó el derecho fundamental de los Pueblos Indígenas a participar activamente en la toma de decisiones sobre estos recursos, señalando que su inclusión no debe ser solo consultiva, sino efectiva, reconociendo su rol como actores claves en el sostenimiento y cuidado de los territorioss. Según Norey, esta participación implica un enfoque de derechos en el que se respete y valore los sistemas de conocimiento y gobierno propio, y las estructuras de decisión indígena, permitiéndoles gestionar y ejecutar los recursos según sus prioridades y saberes ancestrales.

También destacó la importancia de la autonomía de los Pueblos Indígenas para proponer alternativas al desarrollo tradicional, que respondan a sus propias necesidades y visiones de vida. Desde esta perspectiva, planteó que la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas en el Sistema General de Regalías (IDPCI) debe ser un espacio donde se discutan y se aprueben proyectos que se alineen con los principios culturales y ambientales de cada comunidad, priorizando el bienestar de la Madre Tierra y el equilibrio en sus territorios.

Insistió en la necesidad de que el sistema de regalías no solo considere, sino que financie proyectos propuestos y ejecutados directamente por los pueblos y comunidades indígenas, reconociendo que son quienes poseen el conocimiento y las prácticas tradicionales necesarias para el cuidado de la naturaleza. Este enfoque permite que las comunidades no solo accedan a recursos financieros, sino que también consoliden su autoridad y liderazgo como autoridades ambientales, en un marco de respeto y fortalecimiento de su identidad y de sus derechos territoriales.

Por primera vez, los Pueblos Indígenas tienen la oportunidad de convertirse en entidades ejecutoras dentro del Sistema General de Regalías, lo cual representa un hito en la garantía de sus derechos y en su capacidad de autogestión. Sin embargo, este avance plantea el reto de asegurar que los pueblos indígenas conozcan y ejerzan su derecho a participar plenamente en la formulación y ejecución de proyectos. Para lograrlo, es indispensable brindar formación técnica que permita a las comunidades desarrollar sus habilidades en la formulación de proyectos y fortalecer su capacidad administrativa y técnica.

Paralelamente, es necesario avanzar en la implantación de un enfoque diferencial que respete y valore las especificidades culturales de los Pueblos Indígenas. Esto implica no solo adecuar los requisitos administrativos a sus condiciones, sino también adaptar los modelos de ejecución, evaluación y financiamiento para que respondan a las necesidades y visiones indígenas.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Los guardianes de los territorios: un mural en Siloé que invita al cuidado por la biodiversidad

Los guardianes de los territorios: un mural en Siloé que invita al cuidado por la biodiversidad

En Siloé en la comuna 20 de la ciudad de Cali, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas CNTI en alianza con la Fundación Créalo en el marco de la COP16, realizaron una actividad muralista en las calles de esta comuna, la cual reunió varios artistas del colectivo “Pintando Luchas” para vivir días llenos de color, pintura y alegría con la comunidad de este sector y de esta manera plasmar desde el arte la defensa de los territorios indígenas y urbanos.

En esta actividad se realizó un mural denominado ‘Los guardianes de los territorios’, donde se plasmó la labor del cuidado y defensa de la Madre tierra, la biodiversidad y la vida, que históricamente han defendido los pueblos indígenas de Colombia y el mundo.

A través de La Fundación Créalo que tiene como propósito apoyar iniciativas gestadas por la misma comunidad dentro de la comuna 20, y que busca empoderar a la comunidad e inspirar a jóvenes desde la educación y el arte, para así promover el fortalecimiento del tejido social dentro de esta comuna, por medio de acciones que reconozcan los saberes presentes en el territorio.

El mural invita a escuchar, valorar y aprender de la palabra, el camino y la acción, que se hacen desde los territorios indígenas para proteger la vida. En el mural se representa a un guardia indígena como símbolo histórico de la lucha y resistencia de los pueblos indígenas. En el centro del mural se encuentra una mayora como símbolo del conocimiento de los sabedores y sabedoras indígenas, así como el conocimiento y cosmovisión de los pueblos ancestrales.

Al lado derecho una mujer Arhuaca que lleva a sus espaldas su hijo en representación de la vida, la pervivencia de los pueblos y la transmisión de los saberes de generación en generación. Encontramos también el colibrí y el jaguar, seres y espíritus claves en la espiritualidad de las comunidades indígenas del país y finalmente diversidad de plantas y flores, entre ellas la flor de Inírida símbolo de la COP16 para la protección y preservación de la Madre Tierra.

Desde la CNTI, se acompañó a sectores urbanos y rurales de la ciudad de Cali en el marco de las actividades de la COP16, cuyo propósito fue involucrar a las personas a conocer y comprender la defensa por los territorios desde diferentes escenarios como el arte. Además, de tejer alianzas con otros sectores sociales.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Mujeres indígenas incidiendo en el Wët wët Fxi´zenxi

Mujeres indígenas incidiendo en el Wët wët Fxi´zenxi

En el desarrollo de la programación de la COP16 en la zona verde, el 30 de octubre se realizó un conversatorio llamado ‘’Mujeres indígenas incidiendo para el Wët wët Fxi´zenxi de los territorios de la Çxhab Wala Kiwe’’, convocado por la Asociación Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI). En este espacio participaron las lideresas indígenas Yuliet Moreno Cantor, Yohana Acosta Zapata, Evelyn Natalia Molina, Yoana Acosta y la niña Geydi Lorena Labio Chate. Todas coincidieron en destacar la importancia de las mujeres indígenas dentro de los diferentes escenarios.

Las mujeres son dadoras de vida, protectoras y cuidadoras de la naturaleza, pero también es fundamental el reconocimiento de su participación en los procesos políticos, en la toma de decisiones y concesos. No solo son cuidadoras, sino también actores políticos, autoridades tradicionales que aportan desde sus saberes ancestrales y visión integral del territorio.

En el conversatorio, las lideresas resaltaron que su papel va más allá de roles convencionales; su voz y su experiencia son esenciales para la defensa de los derechos territoriales colectivos y el bienestar de sus comunidades. Además, subrayaron la necesidad de crear espacios de participación efectiva, donde sus perspectivas y saberes sean valorados en igualdad de condiciones, fortaleciendo así su incidencia en políticas ambientales y territoriales.

Las lideresas subrayaron la relación profunda entre las mujeres indígenas, las madres y el territorio, destacando que, desde su perspectiva, el territorio no es solo un espacio físico, sino una madre que nutre, sostiene y guía. Esta conexión es espiritual, pero también política porque defender los territorios, es defender la vida. El territorio es fuente de identidad cultural, un espacio sagrado que resguarda el conocimiento ancestral transmitido de generación en generación.

Las mujeres indígenas, al considerarse a sí mismas como hijas y guardianas del territorio, ven en su defensa una forma de resistencia y de afirmación de su derecho a la autodeterminación. El espacio estuvo acompañado por otras mujeres quienes conversaron y compartieron la palabra, sabidurías, conocimientos y experiencias de vida, creando un tejido de relatos donde cada una aportó desde su propia vivencia y lucha. En sus intervenciones, destacaron el valor de la colectividad y el sentido de pertenencia que las une al territorio y a sus pueblos y comunidades.

Este intercambio permitió visibilizar las múltiples formas en que las mujeres contribuyen a la defensa territorial y la revitalización cultural, desde la transmisión de lenguas y conocimientos medicinales hasta el liderazgo en procesos organizativos y de incidencia política. La conversación se transformó en un acto político y de resistencia, una reafirmación de su rol fundamental en la construcción de un futuro en el que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados.

Todas coincidieron en que la Madre Tierra está sufriendo por la falta de conciencia de la humanidad, afectada por el deterioro ambiental, la sobreexplotación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y desertificación, que amenazan no solo los territorios indígenas, sino la vida en el planeta entero. Para las lideresas indígenas, esta desconexión entre el ser humano y la naturaleza es resultado de una visión que prioriza el consumo y el beneficio económico por encima del bienestar y equilibrio de todas las expresiones de vida.

De otra parte, Geydi Lorena Labio Chate, una niña Nasa, destacó la importancia de la participación de los niños y niñas en los procesos de cuidado y protección del territorio, porque finalmente son quienes van a habitar el futuro, y vivir el legado que dejemos en el presente. Involucrar a la niñez en estos procesos es una manera de asegurar la continuidad de los saberes ancestrales y de fortalecer el vínculo profundo con el territorio desde la infancia. Geydi resaltó que, al ser escuchados y participar activamente, los niños y niñas adquieren una conciencia que los convierte en futuros guardianes de la Madre Tierra.

También hace un llamado de atención para que las generaciones del presente hagan cambios estructurales en sus hábitos de consumo y que los grandes poderes económicos extractivista tengan voluntad ética y política para asumir sus responsabilidades en las crisis que tenemos que afrontar. Geydi Lorena subraya que no basta con pequeñas acciones individuales; es urgente que los modelos de desarrollo y producción cambien hacia alternativas sostenibles y respetuosas con la Madre Tierra. Su mensaje es claro: las prácticas extractivistas y la explotación sin límites están devastando el planeta, y los impactos de esta crisis recaerán principalmente en las futuras generaciones, quienes deberán enfrentar las consecuencias de decisiones tomadas hoy.

Finalmente, hace un llamado para que los derechos de los niños y niñas se garanticen y no exista más violencia en su contra, ni presión por parte de ningún grupo armado. Resalta que los niños y niñas tienen el derecho fundamental de crecer en un entorno de paz, libre de miedo y coerción, donde puedan desarrollarse plenamente y soñar con un futuro propio.

El conversatorio «Mujeres indígenas incidiendo para el Wët wët Fxi´zenxi de los territorios de la Çxhab Wala Kiwe » en la COP 16 fue un espacio de reflexión y participación de las mujeres indígenas en el que reafirmaron su papel esencial como guardianas y líderes de sus territorios y culturas. Con voz firme y clara, estas lideresas recordaron que el cuidado del territorio es un acto de amor y resistencia, en el que participan activamente no solo ellas, sino también los niños y niñas, quienes asumen su rol como futuros protectores de la Tierra. Este encuentro visibilizó la urgente necesidad de reconocer el valor de los saberes ancestrales en la lucha por el cuidado y restauración de la Madre Tierra. Las mujeres indígenas, junto con las nuevas generaciones, hicieron un llamado contundente para construir un futuro basado en el respeto mutuo, la paz y la equidad, donde sus derechos y el equilibrio natural sean prioritarios y garantizados.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Pueblos indígenas hicieron un llamado a los gobiernos retomar el camino de la vida y la paz

Pueblos indígenas hicieron un llamado a los gobiernos retomar el camino de la vida y la paz

En la Cumbre Naturaleza y Cultura realizada en la zona azul en el marco de la COP16, el 26 de octubre, los pueblos indígenas de Colombia y otros pueblos de mundo instaron a los gobiernos, instituciones y la sociedad a reconectarse con la Madre Tierra, reconociéndola como la “Casa Grande». En las intervenciones resaltaron la necesidad urgente de armonizar, preservar la diversidad cultural y ecológica que sostiene la vida.

Durante este encuentro los líderes indígenas, subrayaron la responsabilidad de sus comunidades como guardianes de la tierra y de los espacios sagrados. “Reconocemos al planeta como a nosotros mismos, y eso implica actuar en su defensa”, explicó una representante de los pueblos indígenas.

A lo largo de la cumbre, los pueblos indígenas reafirmaron la importancia de sus sistemas de conocimiento y gobierno propio, que se han sostenido por años buscando el equilibrio entre las comunidades y los espacios de vida. En este contexto, defendieron sus sistemas de gobierno propios, no como una práctica de asistencialismo, sino como un acto de fortalecimiento de sus estructuras de justicia propia, su autonomía territorial y sus economías sostenibles basadas en el cuidado de la madre tierra.

Los líderes indígenas instaron a las naciones a abandonar modelos de desarrollo extractivistas que amenazan la supervivencia tanto de la humanidad como de los ecosistemas vida. En lugar de esto, llamaron a impulsar economías basadas en la vida, la paz y la integridad con los sitios sagrados.

Los pueblos indígenas también instaron a los gobiernos progresistas a abrir un camino de respeto real a su autonomía y autoridad ambiental, proponiendo un modelo de colaboración que integre el conocimiento ancestral y los valores de la pluriculturalidad. Además, recalcaron que esta integración es esencial para honrar y revitalizar los espacios sagrados de la Madre Tierra y preservar el legado cultural.

Este llamamiento busca que todos los gobiernos, instituciones y ciudadanos reconozcan la urgencia de estas iniciativas para asegurar que la tierra, el hogar común, continúe siendo un lugar de vida y abundancia para las futuras generaciones.

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Extractivismo en los territorios indígenas

Extractivismo en los territorios indígenas

En el desarrollo de la programación de la COP 16, zona verde, el 24 de octubre se realizó un conversatorio sobre el extractivismo en los territorios indígenas. Allí participaron Priscila Tapajowara, indígena de la Amazonía del Brasil, realizadora audiovisual, fotógrafa y presidenta de Midia Indígena; Humberto Cuc Cuc, coordinador indígena de autoridades ancestrales El Estor, Izabal en Guatemala; Alexis Grefa, indígena Kichwa de la Amazonía del Ecuador, creador digital y líder de las juventudes; y Carlos Sánchez, asesor político y cofundador de la Comisión Nacional de Territorios Indígena (CNTI), líder del Movimiento Indígena Nacional y actualmente Concejal del municipio de Caloto. El espacio fue moderado por el foto periodista guatemalteco Carlos Cano, quien preguntó sobre la situación territorial indígena, los contextos de represión y resistencia, y la explotación de la naturaleza.  

Priscila Tapajowara denunció la creciente presión que enfrentan los territorios indígenas en la Amazonía brasileña debido a la exploración de petróleo, la minería y los monocultivos de soya. Aunque reconoce que los gobiernos progresistas, como el de Lula, han reducido la represión directa hacia los pueblos indígenas, señaló que persisten los intereses económicos en sus territorios, ya que el Estado continúa otorgando concesiones a empresas privadas. 

Esta situación no solo afecta profundamente los modos de vida y la relación ancestral que los Pueblos Indígenas tienen con su entorno, sino que también resulta en la destrucción de lugares sagrados, que son esenciales para los sistemas de saberes propios y la espiritualidad. Para Priscila Tapajowara, estas actividades representan una amenaza directa a la supervivencia cultural de los pueblos indígenas amazónicos, ya que al devastar su territorio se pierde no solo un espacio físico, sino el vínculo espiritual y cultural que lo sostiene y le da sentido. Priscila Tapajowara también resaltó el papel fundamental de la comunicación indígena como una herramienta de resistencia y denuncia frente a las agresiones en sus territorios. La comunicación indígena permite a los pueblos amazónicos transmitir mensajes propios que no solo visibilizan las violaciones a sus derechos, sino que preservan y fortalecen su memoria colectiva y sus luchas. 

De otra parte, Humberto Cuc Cuc, señaló que los pueblos indígenas en Guatemala siguen siendo perseguidos, criminalizados y estigmatizados. El racismo por parte de los gobiernos y empresarios sigue siendo una constante, aunque existan avances en la legislación nacional e internacional en la protección de los derechos humanos y territoriales. Humberto también planteó la necesidad de reconocer que las luchas y procesos de resistencia de los Pueblos Indígenas en al mundo tienen muchos puntos en común: ‘’En cada lugar del mundo, los Pueblos Indígenas cuidamos y defendemos el territorio’’. Destacó la conexión profunda que existe entre los pueblos de diferentes regiones y su compromiso colectivo con la el cuidado de la Madre Tierra, el respeto a la vida y la permanencia y pervivencia de sus culturas. Reconocer esta unidad, dijo, es fundamental para fortalecer las redes de solidaridad y apoyo mutuo en la defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas frente a intereses externos.

El mayor Carlos Sánchez, por su parte, inició la intervención haciendo una contextualización de las luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia desde los años 60. Para él es fundamental reconocer que los procesos de resistencia del siglo XX se consolidan ‘’en los ejercicios de recuperación de nuestros territorios ancestrales y las tierras de los resguardos en el Cauca. Nuestras luchas nos han costado muertos, encarcelados y heridos’’. Estos procesos de organización y autonomía posibilitaron abrir el camino hacia una arquitectura legal que hoy garantiza ciertos derechos territoriales. ‘’Aquí nada ha sido regalado, todo ha sido peleado’’, afirma. 

Propone que la ancestralidad ha implicado la reivindicación del gobierno y derecho propio, bajo la ley de origen y ley natural. Conocer los acuerdos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ha permitido exigir el reconocimiento de los derechos territoriales en los marcos legales nacionales. Sin embargo, la implementación de estos derechos sigue siendo un proceso lleno de tensiones, pues, aunque las normativas nacionales reconocen parcialmente estas garantías, en la práctica enfrentan obstáculos por los intereses económicos y políticos sobre los territorios indígenas. El mayor Carlos Sánchez señala que esta interacción entre el derecho propio y el derecho nacional e internacional abre posibilidades para la defensa de los territorios, pero también requiere una vigilancia y resistencia constante para que no se desvirtúen los principios ancestrales y la autonomía de los Pueblos Indígenas. 

Alexis Grefa finalizó la ronda de intervenciones haciendo un llamado a las juventudes indígenas para enfrentar los desafíos del presente, en el relevo generacional y en la crisis de la perdida de biodiversidad, el cambio climático y la desertificación de los suelos. En la Amazonía ecuatoriana, han tenido que resistir no solo a las empresas privadas que mercantilizan y destruyen la naturaleza, sino también al mismo Estado ecuatoriano, que continúa apoyando megaproyectos de hidroeléctricas y exploración de hidrocarburos, pese a los acuerdos nacionales e internacionales que protegen sus derechos territoriales y ambientales. Estos convenios, aunque fundamentales en papel, suelen quedarse en promesas incumplidas, pues tanto el Estado como las empresas priorizan intereses económicos sobre el bienestar y la autodeterminación de los Pueblos Indígenas. 

La participación plena de los Pueblos Indígenas es crucial para enfrentar los desafíos que el extractivismo impone sobre nuestros territorios y el bienestar del planeta. Sin nuestra participación efectiva y sin el respeto por nuestros conocimientos ancestrales, cualquier esfuerzo por cuidar la Madre Tierra será incompleto y vulnerable a la devastación. El modelo extractivista, que privilegia el beneficio económico a corto plazo, va en contravía de la continuidad de la vida en el Planeta Tierra. Para lograr un impacto real en el cuidado y recuperación de la naturaleza, es esencial generar redes sólidas que fortalezcan la corresponsabilidad en el cuidado del planeta. La colaboración auténtica entre pueblos indígenas y otros actores es clave para enfrentar la crisis de nuestro tiempo y preservar la vida en todas sus formas. 

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