Pueblos indígenas hicieron un llamado a los gobiernos retomar el camino de la vida y la paz

Pueblos indígenas hicieron un llamado a los gobiernos retomar el camino de la vida y la paz

En la Cumbre Naturaleza y Cultura realizada en la zona azul en el marco de la COP16, el 26 de octubre, los pueblos indígenas de Colombia y otros pueblos de mundo instaron a los gobiernos, instituciones y la sociedad a reconectarse con la Madre Tierra, reconociéndola como la “Casa Grande». En las intervenciones resaltaron la necesidad urgente de armonizar, preservar la diversidad cultural y ecológica que sostiene la vida.

Durante este encuentro los líderes indígenas, subrayaron la responsabilidad de sus comunidades como guardianes de la tierra y de los espacios sagrados. “Reconocemos al planeta como a nosotros mismos, y eso implica actuar en su defensa”, explicó una representante de los pueblos indígenas.

A lo largo de la cumbre, los pueblos indígenas reafirmaron la importancia de sus sistemas de conocimiento y gobierno propio, que se han sostenido por años buscando el equilibrio entre las comunidades y los espacios de vida. En este contexto, defendieron sus sistemas de gobierno propios, no como una práctica de asistencialismo, sino como un acto de fortalecimiento de sus estructuras de justicia propia, su autonomía territorial y sus economías sostenibles basadas en el cuidado de la madre tierra.

Los líderes indígenas instaron a las naciones a abandonar modelos de desarrollo extractivistas que amenazan la supervivencia tanto de la humanidad como de los ecosistemas vida. En lugar de esto, llamaron a impulsar economías basadas en la vida, la paz y la integridad con los sitios sagrados.

Los pueblos indígenas también instaron a los gobiernos progresistas a abrir un camino de respeto real a su autonomía y autoridad ambiental, proponiendo un modelo de colaboración que integre el conocimiento ancestral y los valores de la pluriculturalidad. Además, recalcaron que esta integración es esencial para honrar y revitalizar los espacios sagrados de la Madre Tierra y preservar el legado cultural.

Este llamamiento busca que todos los gobiernos, instituciones y ciudadanos reconozcan la urgencia de estas iniciativas para asegurar que la tierra, el hogar común, continúe siendo un lugar de vida y abundancia para las futuras generaciones.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Extractivismo en los territorios indígenas

Extractivismo en los territorios indígenas

En el desarrollo de la programación de la COP 16, zona verde, el 24 de octubre se realizó un conversatorio sobre el extractivismo en los territorios indígenas. Allí participaron Priscila Tapajowara, indígena de la Amazonía del Brasil, realizadora audiovisual, fotógrafa y presidenta de Midia Indígena; Humberto Cuc Cuc, coordinador indígena de autoridades ancestrales El Estor, Izabal en Guatemala; Alexis Grefa, indígena Kichwa de la Amazonía del Ecuador, creador digital y líder de las juventudes; y Carlos Sánchez, asesor político y cofundador de la Comisión Nacional de Territorios Indígena (CNTI), líder del Movimiento Indígena Nacional y actualmente Concejal del municipio de Caloto. El espacio fue moderado por el foto periodista guatemalteco Carlos Cano, quien preguntó sobre la situación territorial indígena, los contextos de represión y resistencia, y la explotación de la naturaleza.  

Priscila Tapajowara denunció la creciente presión que enfrentan los territorios indígenas en la Amazonía brasileña debido a la exploración de petróleo, la minería y los monocultivos de soya. Aunque reconoce que los gobiernos progresistas, como el de Lula, han reducido la represión directa hacia los pueblos indígenas, señaló que persisten los intereses económicos en sus territorios, ya que el Estado continúa otorgando concesiones a empresas privadas. 

Esta situación no solo afecta profundamente los modos de vida y la relación ancestral que los Pueblos Indígenas tienen con su entorno, sino que también resulta en la destrucción de lugares sagrados, que son esenciales para los sistemas de saberes propios y la espiritualidad. Para Priscila Tapajowara, estas actividades representan una amenaza directa a la supervivencia cultural de los pueblos indígenas amazónicos, ya que al devastar su territorio se pierde no solo un espacio físico, sino el vínculo espiritual y cultural que lo sostiene y le da sentido. Priscila Tapajowara también resaltó el papel fundamental de la comunicación indígena como una herramienta de resistencia y denuncia frente a las agresiones en sus territorios. La comunicación indígena permite a los pueblos amazónicos transmitir mensajes propios que no solo visibilizan las violaciones a sus derechos, sino que preservan y fortalecen su memoria colectiva y sus luchas. 

De otra parte, Humberto Cuc Cuc, señaló que los pueblos indígenas en Guatemala siguen siendo perseguidos, criminalizados y estigmatizados. El racismo por parte de los gobiernos y empresarios sigue siendo una constante, aunque existan avances en la legislación nacional e internacional en la protección de los derechos humanos y territoriales. Humberto también planteó la necesidad de reconocer que las luchas y procesos de resistencia de los Pueblos Indígenas en al mundo tienen muchos puntos en común: ‘’En cada lugar del mundo, los Pueblos Indígenas cuidamos y defendemos el territorio’’. Destacó la conexión profunda que existe entre los pueblos de diferentes regiones y su compromiso colectivo con la el cuidado de la Madre Tierra, el respeto a la vida y la permanencia y pervivencia de sus culturas. Reconocer esta unidad, dijo, es fundamental para fortalecer las redes de solidaridad y apoyo mutuo en la defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas frente a intereses externos.

El mayor Carlos Sánchez, por su parte, inició la intervención haciendo una contextualización de las luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia desde los años 60. Para él es fundamental reconocer que los procesos de resistencia del siglo XX se consolidan ‘’en los ejercicios de recuperación de nuestros territorios ancestrales y las tierras de los resguardos en el Cauca. Nuestras luchas nos han costado muertos, encarcelados y heridos’’. Estos procesos de organización y autonomía posibilitaron abrir el camino hacia una arquitectura legal que hoy garantiza ciertos derechos territoriales. ‘’Aquí nada ha sido regalado, todo ha sido peleado’’, afirma. 

Propone que la ancestralidad ha implicado la reivindicación del gobierno y derecho propio, bajo la ley de origen y ley natural. Conocer los acuerdos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ha permitido exigir el reconocimiento de los derechos territoriales en los marcos legales nacionales. Sin embargo, la implementación de estos derechos sigue siendo un proceso lleno de tensiones, pues, aunque las normativas nacionales reconocen parcialmente estas garantías, en la práctica enfrentan obstáculos por los intereses económicos y políticos sobre los territorios indígenas. El mayor Carlos Sánchez señala que esta interacción entre el derecho propio y el derecho nacional e internacional abre posibilidades para la defensa de los territorios, pero también requiere una vigilancia y resistencia constante para que no se desvirtúen los principios ancestrales y la autonomía de los Pueblos Indígenas. 

Alexis Grefa finalizó la ronda de intervenciones haciendo un llamado a las juventudes indígenas para enfrentar los desafíos del presente, en el relevo generacional y en la crisis de la perdida de biodiversidad, el cambio climático y la desertificación de los suelos. En la Amazonía ecuatoriana, han tenido que resistir no solo a las empresas privadas que mercantilizan y destruyen la naturaleza, sino también al mismo Estado ecuatoriano, que continúa apoyando megaproyectos de hidroeléctricas y exploración de hidrocarburos, pese a los acuerdos nacionales e internacionales que protegen sus derechos territoriales y ambientales. Estos convenios, aunque fundamentales en papel, suelen quedarse en promesas incumplidas, pues tanto el Estado como las empresas priorizan intereses económicos sobre el bienestar y la autodeterminación de los Pueblos Indígenas. 

La participación plena de los Pueblos Indígenas es crucial para enfrentar los desafíos que el extractivismo impone sobre nuestros territorios y el bienestar del planeta. Sin nuestra participación efectiva y sin el respeto por nuestros conocimientos ancestrales, cualquier esfuerzo por cuidar la Madre Tierra será incompleto y vulnerable a la devastación. El modelo extractivista, que privilegia el beneficio económico a corto plazo, va en contravía de la continuidad de la vida en el Planeta Tierra. Para lograr un impacto real en el cuidado y recuperación de la naturaleza, es esencial generar redes sólidas que fortalezcan la corresponsabilidad en el cuidado del planeta. La colaboración auténtica entre pueblos indígenas y otros actores es clave para enfrentar la crisis de nuestro tiempo y preservar la vida en todas sus formas. 

 !Defender los territorios es defender la vida¡

La STI participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura y recalcó la importancia de los derechos territoriales

La STI participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura y recalcó la importancia de los derechos territoriales

En el marco de la COP16, el 26 de octubre el Secretario Técnico Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas-CNTI, participó en la Cumbre Naturaleza y Cultura donde habló sobre la urgencia de garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas como un componente esencial en la conservación de la biodiversidad. Además, subrayó que los territorios indígenas representan un conjunto integral de relaciones materiales, espirituales y culturales con la Madre Tierra fundamentales para conservación de los espacios de vida.

«Los pueblos indígenas no entendemos el territorio únicamente como un espacio físico, sino como una relación compleja y ancestral que incluye derechos humanos y territoriales”. También resaltó la necesidad de que los Estados firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica adopten un enfoque que no solo incluya políticas ambientales, sino que integre los derechos de los pueblos indígenas en tratados como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU de 2007.

También destacó la importancia de los sistemas de información y monitoreo que permiten registrar la situación de los derechos territoriales y los obstáculos que enfrentan los líderes indígenas en su ejercicio de liderazgo. Entre estos desafíos, mencionó la implementación de figuras de conservación sin participación indígena, lo que afecta directamente la autonomía de los pueblos.

«La defensa de nuestros territorios no puede seguir costándonos la vida. Como pueblos indígenas, proteger el territorio significa proteger la vida misma, y esa es nuestra misión y compromiso,» concluyó el secretario técnico. Con su participación en esta cumbre, la CNTI refuerza su llamado al reconocimiento de los territorios indígenas como fundamentales para la conservación de los espacios de vida, en un contexto de crisis climática que demanda acciones urgentes de los derechos territoriales indígenas.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad

Monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad

En el desarrollo de la programación de la COP16, zona verde, el 23 de octubre se realizó un conversatorio sobre el Sistema de Información Indígena (SIG-I) y sus contribuciones a la implementación, participación y monitoreo de los derechos de los pueblos indígenas en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). En este encuentro hubo un diálogo entre el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), Forest People Programe (FPP), Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI).

El Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas (ODTPI) y nuestros sistemas de información (SIG-I, SIVOSPI, SIMOSOF y SIMA), pueden desempeñar un rol crucial en el monitoreo de la implementación el Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). Por lo tanto, deben ser reconocidos y legitimados como fuente de datos verídica, porque somos los pueblos indígenas quienes conocemos, cuidamos y habitamos nuestros territorios. Somos quienes debemos informar sobre nuestras contribuciones para los indicadores nacionales, a partir de nuestros sistemas de información y gestión.

Angie Rivera, coordinadora del Área de Geografía de la CNTI, moderó la conversación y formuló preguntas clave a los distintos panelistas. Además, hizo una presentación de la historia de la CNTI, el ODTPI, y el SIG-I. Comentó que el SIG-I es una plataforma detallada desarrollada conjuntamente por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAG) y la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), para la visualización y análisis de datos espaciales, en mapas, relacionados con nuestros territorios. Permite la representación de resguardos, solicitudes de formalización, zonas de protección ambiental, y proyectos extractivos.

La ronda de intervenciones inició con la participación de Diego Carrero, subdirector general del IGAC. Para él, el SIG-I de la CNTI es una iniciativa no solo es poderosa en términos tecnológicos, sino que también logra una relación entre los saberes ancestrales de los pueblos indígenas y las herramientas modernas de georreferenciación y mapeo. Para Carrero, esta relación directa entre la institucionalidad y los Pueblos Indígenas es fundamental porque fortalece la capacidad conjunta de gestión.

Maurizio Farhan Ferrari, senior Policy Advisor, de Forest People Programe (FPP) continuó con su intervención. Para él, la tenencia de los territorios indígenas fue una discusión que se propuso en la COP15, pero el reconocimiento de los derechos territoriales y los conocimientos propios de los pueblos indígenas y su inclusión en las metas e indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB), son puntos clave de discusión de la COP16. En ese sentido, el SIG-I es un caso positivo porque puede desempeñar un rol crucial en el monitoreo de la implementación del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB). Por lo tanto, debería ser reconocido y legitimado como fuente de datos verídica. Maurizio resalta la necesidad de que los convenios internacionales apoyen, involucren, reconozcan y apliquen los sistemas de información propia de los Pueblos Indígenas en el monitoreo e indicadores de las metas del MMB. Reconoce el trabajo que ha realizado la CNTI en el desarrollo de sistemas de información propia, e identifica posibilidades y retos luego de esta COP 16. Afirma que es importante la vinculación del trabajo territorial con el nivel nacional e internacional, porque de este modo se pueden medir y reconocer las contribuciones de los pueblos indígenas en el cuidado y mantenimiento de la biodiversidad.

De otra parte, Dafna Ángel, del área de Ciencias y Generación de Información del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), destacó el potencial del SIG-I para avanzar en la implementación y monitoreo de los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Explicó que esta herramienta, al integrar los saberes tradicionales indígenas con la tecnología geoespacial avanzada, permite un seguimiento más preciso y participativo de los compromisos adquiridos por el Estado en el marco del CDB. En este sentido, la articulación entre el SIG-I, las instancias nacionales como el IGAC y las internacionales como el CDB, no solo podría fortalecer la gestión territorial, sino contribuir a un modelo de conservación colaborativo basado en derechos humanos y territoriales de los pueblos indígenas.

Finalmente, nuestro Secretario Técnico indígena, Camilo Niño Izquierdo líder del pueblo Arhuaco, afirmó que el SIG-I es una materialización de las luchas, resistencias y anhelos de los pueblos indígenas. No solo porque es crucial para la planificación y toma de decisiones relacionadas con el cuidado territorial y ambiental, sino porque es una visualización de las apuestas políticas, las oportunidades y retos. De otra parte, comentó que el SIG-I promueve una participación activa y efectiva de los Pueblos Indígenas en los procesos de toma de decisiones relacionados con el cuidado y la defensa de los territorios: ‘’Nos permiten presentar evidencia basada en nuestros propios datos y argumentos sólidos ante discusiones y convenios nacionales e internacionales sobre la biodiversidad’’.

Este sistema es crucial para negociar acuerdos políticos que protejan nuestros derechos territoriales. El enfoque integral del SIG-I es fundamental para la implementación eficaz de estrategias que beneficien tanto la biodiversidad como a los pueblos que históricamente la hemos custodiado. Camilo Niño Izquierdo propone que este sistema propio es único en Latinoamérica porque hay una apuesta de articulación, negociación y concertación entre los Pueblos Indígenas y el Gobierno nacional. No se trata solo de un sistema de georreferenciación, dice, sino de una apuesta política que nos ubica a los pueblos indígenas en el centro de la toma de decisiones relacionadas con nuestros territorios. Al tener información propia, verídica, confiable, las posibilidades de participación y concertación aumentan. EL SIG-I como fundamento no solo para el cuidado de nuestros territorios, sino también para la reivindicación y supervivencia de nuestra diversidad cultural, saberes ancestrales y autodeterminación en la gestión de nuestros territorios.

¡Defender los territorios es defender la vida!

 

 

 

 

La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas

La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas

El Secretario Técnico Indígena de la CNTI participó en el conversatorio apoyando a los pueblos indígenas para avanzar en la implementación de la meta 3 del Convenio de Diversidad Biológica, un espacio realizado en la zona azul en el marco de la Conferencia de las Partes (COP16) donde resaltó la importancia de los derechos territoriales en la agenda ambiental global.

Durante la intervención destacó la relación intrínseca entre la protección del territorio y la conservación de los espacios de vida, una lucha que ha sido histórica para los pueblos indígenas. Además, mencionó que en Colombia los resguardos indígenas abarcan alrededor de 35 millones de hectáreas, y el 49% de los bosques del país se encuentran dentro de estos territorios. “Aunque se ha avanzado en el reconocimiento de nuestros territorios, aún existen más de 10 millones de hectáreas de importancia espiritual y cultural que no han sido protegidas por el gobierno colombiano”, señaló.

También hizo un llamado para la conservación de los territorios y que esta sea una oportunidad para reconocer las luchas históricas de los pueblos indígenas. “Es fundamental que la categoría de territorios indígenas sea reconocida, en lugar de adaptarse a otras figuras de conservación que vulneran nuestros derechos y no representan nuestras luchas”, afirmó.

Finalmente, el Secretario Técnico Indígena enfatizó que la seguridad jurídica no se limita a un reconocimiento formal en documentos, sino que debe garantizar que los pueblos indígenas puedan vivir y ejercer la autonomía en sus territorios. La COP16 representa un espacio clave para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas en la defensa de sus territorios, los derechos fundamentales y la importancia de su participación en los procesos de toma de decisiones a nivel global.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Es necesario encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida

Es necesario encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida

El 21 de octubre se realizó un conversatorio sobre la Meta 3 del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB), en el desarrollo de la programación de la COP16, en la zona verde ubicado en el boulevard del río en la ciudad de Cali. Allí participaron vocerías de los pueblos indígenas, campesinas y afrodescendientes. El encuentro tuvo cinco momentos;. la apertura del espacio por parte de una autoridad tradicional, la contextualización de la creación de una mesa de trabajo conjunta, la presentación de los panelistas, la ronda de preguntas y respuestas y finalmente las intervenciones y preguntas del público.

Carmen Rosa Guerra Ariza, indígena Kankuama de la Sierra Nevada de Santa Marta, Policy Manager Niatero, fue la encarda de moderar la conversación. La pregunta que estructuró el encuentro fue ¿cuáles son los aportes de los Territorios Indígenas, los Consejos Comunitarios y las Zonas de Reserva Campesina en la conservación y cuidado de la Madre Tierra? Y ¿cómo estos pueden contribuir a la implementación de la Meta 3 de MMB?

Gladys Calvache, líder campesina, fundadora de la Asociación de Mujeres de la bota Caucana, afirmó que llevan más de 25 años trabajando en el territorio cuidando la biodiversidad de Santa Rosa del Cauca. En diciembre de 2022 fue aprobada la Zona de Reserva Campesina La Tuna, luego de una lucha larga y concertación multiétnica e intercultural. Según Gladys, la zona permitirá controlar la expansión inadecuada de la frontera agropecuaria, garantizar la participación del campesinado en la planificación del territorio, facilitar la ejecución de políticas públicas, pero sobre todo proteger los recursos naturales. La Tuna está rodeado de tres parques nacionales y allí se tiene registro de más de 400 aves, ríos, páramos y bosque: ‘’Estamos situados en una zona estratégica, en la zona de confluencia macizocolombiano piedemonte amazónico y tenemos también una incidencia en el pacífico”.

Por su parte, Jaime Luis Airas Ramírez, actual gobernador del pueblo Kankuamo, miembro del Consejo Territorial de Cabildos de la Sierra Nevada de Santa Marta, afirmó que los Pueblos Indígenas de Colombia han contribuido al cuidado de la Madre Tierra desde sus sistemas de conocimientos propios, usos y costumbres. Estos saberes ancestrales han sido transmitidos en el proceso de aprendizaje y enseñanza de los mayores y mayoras. “Y como Pueblos Indígenas tenemos la responsabilidad de seguir manteniendo ese legado, ese principio de vida de cuidar el territorio, no solo para nuestra subsistencia, sino para toda la humanidad. Es nuestro mandato de vida para la humanidad, y seguiremos manteniendo la paz y la armonía con la naturaleza”. El gobernador Kankuamo también mencionó que la Meta 3 del MMB plantea retos y posibilidades para la protección de los territorios indígenas. El conocimiento y el cuidado de la biodiversidad debe implicar el reconocimiento y la garantía de los derechos de los pueblos indígenas, y el ejercicio de autonomía del gobierno propio. Finalmente, insistió que en esta COP16 de Biodiversidad, se debe posicionar la noción de que no solo debe proteger el territorio, sino que es el territorio quien cobija y cuida de la humanidad y de todas las expresiones de la vida.

Vladimir Angulo Cuero, miembro activo del Proceso de Comunidades Negras (PCN), afirmó que el primer ejercicio de cuidado y conservación que hacen las comunidades negras inició desde el momento en que arribaron a América, porque desde antes ya había vínculos profundos de protección con los territorios. Aunque para sus ancestros implicó un proceso doloroso y de exterminio, fueron quienes enseñaron cómo se cuida la vida, en medio de condiciones adversas. También afirmó que este ejercicio de cuidado que han realizado desde siempre, se ratificó con la ley 70 de 1993 en la que se creó la figura de Consejos Comunitarios. Para las comunidades afrodescendientes, dice Vladimir, son Palenques, sin embargo, la pelea jurídica con el Estado la perdieron.

Hoy hay Consejos Comunitarios legalmente constituidos en todo el país y este proceso ha posibilitado la titulación colectiva de territorios que ancestralmente venían ocupando. Aunque hay avances significativos, reconoce que los retos y discusiones con el Estado son grandes. En el marco de la Meta 3 del MMB y de los mecanismos de monitoreo e implementación dice que el lenguaje institucional y especializado debe entrar en diálogo y socialización directa con las comunidades, pueblos y organizaciones sociales. Si bien debe haber espacios de articulación entre la institucionalidad y las comunidades, también deben propiciarse espacios propios, de autonomía y gestión interna.

Este conversatorio sobre la Meta 3 del MMB destacó la importancia de los Territorios Indígenas, las Zonas de Reserva Campesina y los Consejos Comunitarios como figuras clave para la conservación de la biodiversidad y el cuidado de la Madre Tierra. El diálogo subrayó la necesidad de garantizar sus derechos territoriales, fortalecer su autonomía en la gestión del territorio y crear mecanismos que permitan una mayor articulación entre las políticas públicas y las realidades locales.

El conversatorio también puso de manifiesto debates no resueltos especialmente en torno a las formas de gobernanza territorial, la espiritualidad y ancestralidad, el reconocimiento legal de sus territorios y la relación con el Estado. A pesar de las diferencias en sus enfoques y experiencias, coincidieron en la necesidad de encontrar puntos de convergencia para trabajar juntos en el cuidado de la vida. Reconociendo la riqueza de sus diversos saberes y prácticas, se destacó la importancia de construir alianzas interculturales que fortalezcan la autonomía y promuevan el reconocimiento de sus derechos. En este sentido, la COP16 se presenta como un espacio clave para avanzar en la colaboración, desde la diversidad, hacia una gobernanza integral que ponga en el centro el cuidado de la naturaleza y la defensa de los territorios como pilares del bienestar de toda la humanidad.

!Defender los territorios es defender la vida!

Loading...