Incumplimientos a los acuerdos con los pueblos indígenas, pactados en el marco del plan nacional de desarrollo

Incumplimientos a los acuerdos con los pueblos indígenas, pactados en el marco del plan nacional de desarrollo

Comunicado a la opinión pública sobre los incumplimientos a los acuerdos con los pueblos indígenas, pactados en el marco del plan nacional de desarrollo (PND 2022-2026), con la Agencia de Desarrollo Rural (ADR)

El espacio de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), sus organizaciones y Secretaría Técnica Indígena en representación de los 115 pueblos indígenas de Colombia, manifestamos una profunda preocupación y denunciamos públicamente los reiterados incumplimientos por parte de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) en la implementación de los acuerdos establecidos en el marco del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, titulado “Colombia, potencia mundial de la vida”.

Los pueblos indígenas hemos sido históricamente actores fundamentales en el desarrollo rural del país, y la exclusión de nuestras comunidades de nuestros pueblos en los procesos de planificación y ejecución de las políticas públicas por parte de la ADR está generando consecuencias perjudiciales para nuestros territorios y nuestros derechos fundamentales. Exigimos una pronta rectificación y el cumplimiento de los compromisos adquiridos, que se detallan a continuación:

1. Reconocimiento de los derechos territoriales y económicos de los pueblos indígenas:

La Constitución y la legislación nacional e internacional reconocen los derechos territoriales de los pueblos indígenas en Colombia. La ADR tiene la responsabilidad de garantizar y promover estos derechos en todas sus acciones.

La explotación de los recursos naturales y la falta de garantías sobre nuestros derechos ancestrales han llevado a la destrucción de nuestros territorios. En consecuencia, exigimos que los derechos económicos de los pueblos indígenas se respeten más allá del enfoque paternalista de “subsistencia” que prevalece en las políticas públicas actuales.

Las políticas de desarrollo rural en Colombia han favorecido históricamente la colonización de territorios indígenas y la expansión de la frontera agrícola, lo que ha contribuido significativamente a la deforestación y a la violación de derechos fundamentales de nuestros pueblos. Esta situación debe revertirse de manera inmediata.

2. Participación indígena en la toma de decisiones:

Es imprescindible que los pueblos indígenas participemos activamente en la toma de decisiones que afectan nuestros territorios y modos de vida. La ADR debe garantizar nuestra participación efectiva en la formulación, implementación y evaluación de las políticas de desarrollo rural. Este compromiso incluye la creación de la Dirección de Asuntos Indígenas, acordada previamente.

La falta de participación real de nuestras comunidades ha generado políticas que no responden de manera diferencial a nuestras necesidades, como se ha evidenciado con los proyectos PIDAR, y ha provocado tensiones innecesarias. Demandamos que nuestros Planes de Vida sean considerados como parte central de las políticas públicas de desarrollo rural.

3. Enfoque diferencial:

Las políticas de desarrollo rural deben incluir un enfoque diferencial que respete y considere las particularidades culturales, sociales, ambientales y espirituales de los pueblos indígenas. Nuestra visión de desarrollo, centrada en la armonía con la naturaleza y la protección del medio ambiente, debe ser un componente esencial de las estrategias de desarrollo sostenible.

La ADR tiene la obligación de diseñar e implementar programas y proyectos que reflejen las realidades y prioridades de nuestras comunidades, respetando nuestros sistemas de conocimiento y prácticas ancestrales.

4. Fortalecimiento de las instituciones indígenas:

Es fundamental que la ADR promueva el fortalecimiento de nuestras instituciones indígenas y garantice nuestra participación directa en los procesos de desarrollo rural.

El reconocimiento y fortalecimiento de estas instituciones es clave y fundamental para el fortalecimiento de nuestra autonomía y autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas. La implementación de mecanismos participativos de monitoreo y evaluación es imprescindible para verificar el cumplimiento de las políticas de inclusión y desarrollo rural.

Por lo tanto, exigimos que la ADR actúe de inmediato en cumplimiento de los acuerdos establecidos y reconozca el papel crucial de los pueblos indígenas en el desarrollo rural del país. 

Exigimos que la ADR respete los mandatos de los pueblos indígenas y que haga valer la palabra frente a las apuestas que tenemos en este gobierno del cambio. 

¡Defender los territorios es defender la vida!

Traslapes de Zonas de Reserva Campesina constituidas y en proceso de constitución, con zonas de ley 2 de 1959 y territorios indígenas formalizados y en procedimiento de formalización y/o protección ancestral

Traslapes de Zonas de Reserva Campesina constituidas y en proceso de constitución, con zonas de ley 2 de 1959 y territorios indígenas formalizados y en procedimiento de formalización y/o protección ancestral

 

Este documento presenta un análisis detallado de las solicitudes de Zonas de Reserva Campesina (ZRC) en Colombia, con un enfoque particular en la intersección de estas solicitudes con los territorios indígenas y las áreas de protección ancestral. La importancia de los territorios indígenas radica en su papel fundamental en la preservación de la cultura, la identidad y los derechos de los pueblos originarios, así como en la conservación de la biodiversidad y el manejo sostenible de los recursos naturales.

El documento destaca la existencia de traslapes entre las solicitudes de ZRC y los resguardos indígenas constituidos, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral que respete los derechos territoriales de las comunidades indígenas. La información presentada también revela la cantidad de solicitudes de formalización y protección de derechos territoriales de los pueblos indígenas, lo que pone de manifiesto la demanda de reconocimiento y respeto por parte del Estado.

Los traslapes entre las solicitudes de Zonas de Reserva Campesina (ZRC) y los territorios indígenas (constituidos o en proceso de formalización y territorios objeto de protección) pueden dar lugar a eventuales conflictos que amenazan la integridad de las comunidades y sus derechos territoriales. Estos conflictos surgen cuando las aspiraciones de desarrollo agrícola y la protección de recursos naturales chocan con los derechos ancestrales de los pueblos indígenas, generando tensiones que pueden escalar en disputas legales y sociales. Es imperativo que el Estado preste atención a estas problemáticas, implementando mecanismos de diálogo y consulta efectiva que permitan abordar las preocupaciones de todas las partes involucradas. La falta de atención a estos conflictos no solo pone en riesgo la estabilidad social y la paz en las regiones afectadas, sino que también socava los esfuerzos por garantizar la justicia y el respeto a la diversidad cultural en el país. Por lo tanto, es fundamental que el Estado actúe de manera proactiva para mediar y resolver estas situaciones, promoviendo un enfoque inclusivo que reconozca y respete los derechos de los pueblos indígenas.

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Los pueblos y las organizaciones indígenas exigimos al Gobierno Nacional garantías para el goce efectivo de nuestros derechos territoriales y el cumplimiento de los acuerdos expedidos en la ley del PND 2022-2026

Los pueblos y las organizaciones indígenas exigimos al Gobierno Nacional garantías para el goce efectivo de nuestros derechos territoriales y el cumplimiento de los acuerdos expedidos en la ley del PND 2022-2026

En el marco del espacio autónomo de la tercera sesión mixta de la CNTI, los pueblos y las organizaciones indígenas solicitamos para el desarrollo del tercer día de concertación de esta sesión la presencia de la Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, el Director de la Agencia Nacional de Tierras, Ministro de Hacienda, Director del Departamento Nacional de Planeación, Contraloría General de la Nación, Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación, dado el incumplimiento reiterado y sistemático de los acuerdos suscritos por este Gobierno con los pueblos indígenas a nivel nacional. Motivo por el cual hemos agotado diversas instancias, resaltando la interlocución con la Vicepresidenta y Ministra de la Igualdad y la Equidad, Francia Márquez, a quien expresamos vehementemente la gravedad de estos incumplimientos.

Como pueblos indígenas hemos caminado la concertación para mayor asignación presupuestal que garantice nuestros derechos territoriales, y que sean suficientes para responder a las solicitudes y necesidades de los pueblos indígenas en el país, reflejado en el ejercicio de consulta previa del PND, específicamente en el acuerdo IT1-1. Hoy, esta lucha se ha traducido en tener el presupuesto más alto en muchos años pero con menor ejecución, aumentando el riesgo de las garantías para la formalización, acceso a tierras y seguridad jurídica de nuestros territorios. Por tanto, exigimos la ejecución del 100% del presupuesto asignado para la vigencia, que, actualmente no supera un 23% en el Programa de formalización de tierras y fomento al desarrollo rural para comunidades indígenas a nivel nacional.

Bajo ese panorama, solicitamos el seguimiento y acciones correspondientes por parte de los organismos de control estatal, ya que, la no ejecución aumenta el rezago histórico institucional y acentúa un estado de cosas de inconstitucionalidad en materia territorial indígena. Adicionalmente, esta inoperatividad compromete el cumplimiento del Estado colombiano a sus deberes legales, constitucionales e internacionales y al Capítulo Étnico del Acuerdo Final de Paz.

Como parte de las falencias identificadas, señalamos que la contratación del personal encargado de adelantar los procedimientos misionales de la entidad es insuficiente y son contratados por términos reducidos, lo que ocasiona la ralentización de los procesos y no permite la superación adecuada de la curva de aprendizaje. Por tanto, exigimos a los organismos de control hacer seguimiento a los principios de contratación estatal, conforme lo consagra la Ley 80 de 1993 (eficacia, eficiencia y planeación), el incumplimiento de estos principios refleja una planeación deficiente por parte de la entidad.

Finalmente, alertamos, que a la fecha este espacio de concertación creado mediante decreto 1397 de 1996, no cuenta con las garantías presupuestales para su funcionamiento, erosionando la confianza que los pueblos indígenas hemos depositado en la apuesta por el cambio que enarbola este Gobierno.

¡Defender los territorios, es defender la vida!

Los pueblos y las organizaciones indígenas exigimos al Gobierno Nacional garantías presupuestales que aseguren la progresividad en el reconocimiento y la protección jurídica de nuestros derechos territoriales

Los pueblos y las organizaciones indígenas exigimos al Gobierno Nacional garantías presupuestales que aseguren la progresividad en el reconocimiento y la protección jurídica de nuestros derechos territoriales

Los pueblos y las organizaciones indígenas hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que en el marco del cumplimiento a sus deberes constitucionales e internacionales y de los compromisos asumidos con los pueblos indígenas como parte de su Plan Nacional de Desarrollo:

Garantice la debida disponibilidad presupuestal que asegure la continuidad del personal de la Agencia Nacional de Tierras que actualmente conoce y tramita los procedimientos administrativos encaminados a la formalización de la propiedad colectiva de los pueblos indígenas. En el marco de su tarea de seguimiento, esta secretaría técnica ha conocido que más de 140 de los actuales contratistas de dicha entidad, no cuentan a partir del mes en curso con certeza alguna sobre su continuidad y con ella tampoco los pueblos indígenas con respecto a las funciones y derechos a su cargo.  

Agilice y resuelva lo necesario respecto del Programa Anual de Caja (PAC), a efectos de asegurar la debida ejecución de los recursos de cerca de 60 mil millones que la Dirección y Subdirección de Asuntos Étnicos de la ANT ha previsto, comprometido y radicado formalmente para destinar a la materialización de los derechos territoriales de los pueblos indígenas a través de procedimientos de avalúos, adquisiciones de predios, distintas iniciativas productivos y para otros convenios con tal finalidad.

Asuma con la debida decisión política y voluntad presupuestal el cumplimiento a sus compromisos con los pueblos y las organizaciones indígenas que le son exigibles en el marco de la consulta previa al Plan Nacional de Desarrollo. Hoy nos alertan de su incumplimiento y sobre la inobservancia a la debida progresividad y no regresividad, no solo la que al día de hoy haya sido ya una baja ejecución de los recursos asignados que al pasado mes de julio llegaba apenas a un 23%, también la que desde ya se ha advertido será para el 2025 una preocupante disminución de al menos un 44% en relación con lo acordado sobre los recursos para los pueblos indígenas y la seguridad jurídica de nuestros territorios.

¡Exigimos al Gobierno Nacional desde este espacio de concertación garantías presupuestales que aseguren la permanencia y continuidad del personal necesario e idóneo que permitan superar las brechas históricas en el goce efectivo de nuestros derechos territoriales! ¡Advertimos sobre la erosión de la confianza que los pueblos indígenas hemos depositado en la apuesta por el cambio que enarbola este Gobierno ante sus ya reiterados incumplimientos! ¡Denunciamos así mismo que la ausencia de tales garantías compromete el cumplimiento del Estado colombiano a sus deberes legales, constitucionales e internacionales y al Capítulo Étnico del Acuerdo Final de Paz!

La STI rechaza el desalojo de la comunidad indígena Akiras por parte del ESMAD

La STI rechaza el desalojo de la comunidad indígena Akiras por parte del ESMAD

COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA

Desde la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), informamos con gran preocupación que, en la mañana de hoy, la comunidad indígena Akiras del Sol, ubicada en el municipio de Prado, Tolima, fue desalojada de manera violenta por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Este acto violento es una clara vulneración de los derechos fundamentales y territoriales del pueblo Pijao.

Desde este espacio de diálogo y concertación rechazamos contundentemente esta agresión que atenta contra la integridad y el bienestar de este pueblo ancestral, puesto que este proceder afecta de manera directa los derechos fundamentales.

Exigimos al Gobierno Nacional, al Ministerio del Interior, y a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) que actúen con celeridad para asegurar la compra del predio El Poira 3, el cual ha sido ofrecido de manera voluntaria para la comunidad Akiras del Sol. Es urgente que se tomen medidas para garantizar la protección y el restablecimiento de los derechos colectivos del pueblo Pijao.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Los Pueblos Indígenas, autoridades y sabedores ancestrales en la protección de la naturaleza

Los Pueblos Indígenas, autoridades y sabedores ancestrales en la protección de la naturaleza

Bogotá 2, 3 y 4 de julio de 2024

Los pueblos y las organizaciones indígenas que hacemos parte de La Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) comunicamos a la opinión pública:

Nos encontramos a compartir la palabra sobre la lucha territorial, el Marco Global de Biodiversidad (MGD), y el Convenio de Diversidad Biológica (CBD), durante los días 2, 3 y 4 de julio en la ciudad de Bogotá.

Los Pueblos Indígenas como autoridades y sabedores ancestrales en la protección de la naturaleza —regidos por la Ley de Origen, Derecho Mayor, Ley Natural y Derecho Propio—, reafirmamos que somos custodios de todas las expresiones de vida. Por eso mismo consideramos que no puede haber ninguna iniciativa de cuidado sin la red de nuestros saberes y conocimientos tradicionales y sin nuestra participación activa.

Los Pueblos Indígenas del mundo preservamos el 80 % de la biodiversidad. En Colombia somos 115 Pueblos Indígenas, y cuidamos los bosques, los mares, los páramos, los nevados, las aguas, las lagunas, los ríos, las selvas, los desiertos y las sábanas. Esto se refleja en que en nuestros territorios mantenemos el 49% de los bosques, el 4.4% de las reservas de la biósfera, el 11.13% de páramos y el 12% de los humedales RAMSAR del país.

En consecuencia, las normas nacionales y los convenios internacionales no solo se deben enfocar en la conservación ambiental, sino que deben reconocernos integralmente en las estrategias de cuidado como actores fundamentales, siempre respetando y garantizando nuestros derechos territoriales, bioculturales, conocimientos y prácticas ancestrales desde la autonomía y autodeterminación.

El territorio y la biodiversidad son uno solo, están unidos profundamente con nuestros saberes ancestrales y redes de conocimientos tradicionales. Los Pueblos Indígenas reafirmamos nuestra autonomía y ejercicios de gobierno como una realidad política y cultural, fundamental en el cuidado de la naturaleza y de su diversidad biológica.

Nuestros conocimientos están arraigados en la relación con nuestros territorios y en las prácticas culturales de las mujeres, hombres, la juventud, abuelos, abuelas, líderes espirituales y autoridades tradicionales. Estos son transmitidos intergeneracionalmente para el cuidado y protección de nuestros territorios, y de todas las expresiones de vida, asegurando la continuación y renovación de nuestras prácticas ancestrales.

Es responsabilidad del Estado colombiano superar las brechas nacionales frente al respeto, la garantía y la protección de nuestros derechos territoriales de posesión y ocupación tradicional y ancestral, así como de propiedad y autonomía. Este esfuerzo constituye un desafío significativo y una contribución valiosa del Estado a las metas globales sobre la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.

Los Pueblos Indígenas de Colombia somos conscientes de la crisis ambiental histórica, causada por el modelo extractivo y de acumulación de capital. Este modelo ha resultado en la perdida de la biodiversidad, cambio climático, desertificación y violación sistemática de derechos humanos.

Desde nuestros saberes ancestrales, diversidad cultural y de pensamiento, hemos advertido desde hace tiempo sobre la destrucción de la naturaleza. Como Pueblos indígenas continuamos en el camino y seguimos trabajando de manera corresponsable y comprometida en el cuidado y la protección de nuestra madre tierra como lo hemos milenariamente.

Convocamos a los pueblos hermanos del mundo a unirse desde nuestras diversas y justas luchas en una agenda global común para defender y reafirmar nuestros territorios y autonomías. Creemos que este es el camino más efectivo para cuidar la biodiversidad y promover una acción climática genuina a nivel mundial.

Los Pueblos Indígenas exigimos el goce efectivo de nuestros derechos desde el carácter plural y democrático del Estado. Públicamente advertimos sobre la imperiosa necesidad de nuestra participación en las decisiones, las estrategias y medidas que busquen avanzar en los compromisos globales.

Solicitamos que el gobierno colombiano consolide y unifique la gestión de los convenios sobre cambio climático y biodiversidad. Además, que se reconozca y garantice la gestión y participación de nuestras redes de conocimientos y saberes ancestrales en las estrategias de cuidado de la vida, desde la autonomía y la autodeterminación.

Exigimos al gobierno colombiano que tome medidas inmediatas y eficaces para garantizar la seguridad y protección de los pueblos, líderes y autoridades indígenas que defendemos los territorios y la naturaleza en Colombia. Frente a la constante ola de amenazas y asesinatos, es imperativo que se implementen acciones concretas que aseguren la integridad física y los derechos territoriales colectivos. Defender los territorios y el ambiente es defender la vida en todas sus expresiones.

Exigimos a los Estados parte que implementen mecanismos transparentes y efectivos que aseguren acceso directo a los recursos económicos destinados al cuidado de la naturaleza, y permitan su distribución equitativa y administración autónoma. Es crucial que los Pueblos Indígenas estemos directamente involucrados en la gestión de estos fondos, para garantizar que su asignación y utilización se armonice con nuestras necesidades específicas y sistemas de vida tradicionales. Esta participación asegurará que los recursos se utilicen de manera que realmente apoyen y reconozcan las contribuciones de los Pueblos Indígenas y nuestros territorios al cuidado de la vida.

Exigimos al gobierno colombiano que reconozca, respalde y garantice la participación activa de los Pueblos Indígenas en todas las etapas de toma de decisiones que impactan directamente nuestros territorios y prácticas culturales. Este compromiso debe reflejarse en políticas y acciones concretas que respeten y promuevan nuestra autonomía y derechos territoriales.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Descargue el comunicado aquí

 

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