Denunciamos públicamente que el Gobierno nacional ha expedido dos iniciativas que buscan reglamentar el derecho fundamental de la consulta previa con los pueblos indígenas, de manera inconsulta. Esto representa una transgresión al Convenio 169 de la OIT y a las reglas fijadas por la Corte Constitucional para la garantía de nuestro derecho a ser consultados, lo cual resulta regresivo e inconstitucional.
Inicialmente, el 7 de septiembre del año en curso, el Ministerio del Interior publicó “el proyecto de decreto por el cual se modifica el Capítulo 2 del Título 3 de la Parte 5 del Libro 2 del Decreto 1066 de 2015, relacionado con el Protocolo de Coordinación Interinstitucional para la consulta previa”, mientras que el 9 de septiembre se conoció la Directiva Presidencial No. 08, “Guía para la realización de la consulta previa”. Denunciamos que estas iniciativas no han tenido ningún espacio de concertación con los pueblos y comunidades indígenas, más aún cuando denotan procedimientos que involucran un derecho fundamental para grupos étnicos. En este contexto, se desconoce directamente uno de los principios esenciales de la consulta, el de buena fe, que debe guiar todas las actuaciones de las partes para lograr un entendimiento y confianza en condiciones de igualdad.
La jurisprudencia de la Corte Constitucional frente a la protección del derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas ha sido reiterada y son claras las reglas que deben cumplirse para su materialización. Los nuevos intentos del Gobierno nacional ignoran estas reglas mínimas y pretenden imponer, de manera unilateral y sin consultarnos, procedimientos que le “facilitan” la instrumentalización de nuestro derecho fundamental, lo que limita su alcance y sus efectos, y deriva a su vez en una violación indirecta de nuestros derechos fundamentales.
Seguimos evidenciando cómo el Gobierno nacional está decidido a desconocer este mandato, por la ya denunciada propuesta del “Protocolo general de bioseguridad para el proceso de consulta previa, con las comunidades indígenas, afrocolombianos, negros, palenqueros, rom, raizales de San Andrés y Providencia y en general de comunidades étnicas”, que rechazamos con vehemencia por inconsulta, impertinente e inaplicable y que fue derogada por estas razones.
Vemos también con alarma que el Ministerio del Interior insiste, y así se lo ha dejado saber a los gremios económicos, en adelantar consultas virtuales y en condicionar su procedencia a la “conectividad” y a la voluntad del pueblo o la comunidad titular del mismo, así como aumenta indebidamente la presión a los pueblos auto aislados que están padeciendo los efectos nocivos de la pandemia.
El líder Iku falleció en la mañana de este sábado 5 de septiembre en Valledupar para encontrarse con sus ancestros y seguir protegiendo espiritualmente al Corazón del Mundo.
Hace 80 años, el 25 de septiembre de 1939, a tres horas en carro de la ciudad de Valledupar y muy cerca de Pueblo Bello, nació en Nabusímake (la tierra donde nace el sol) el ‘Sakukū Mayor’ José Camilo Niño Suárez, quien llegó a ser uno de los líderes más carismáticos y la máxima autoridad del pueblo Arhuaco.
Cursó hasta tercer año de primaria, aprendía con facilidad y gozó de una gran memoria. Recordaba con precisión el árbol genealógico de sus antepasados y de las once generaciones que le antecedieron. “Conocía el territorio con detalle y sabía dónde estaban los lugares sagrados en los que había que hacer los pagamentos”, rememora su hijo, Ricardo Camilo Niño Izquierdo, pocas horas antes de la siembra, nombre que dan los arhuacos a la ceremonia que realizan para honrar a sus seres queridos en su retorno a la naturaleza.
Sakuku Camilo Niño en las reflexiones sobre derechos territoriales con las autoridades del pueblo Arhuaco en Jamín, 2019.
Fue un hombre de carácter fuerte, lleno de buena salud y vitalidad, pero a la vez siempre jovial y dispuesto a servir a los demás, a escuchar a todos, aún si lo habían lastimado y a quien siempre le gustó estar rodeado compartiendo con la niñez de la comunidad.
A los 16 años inició su proceso como líder indígena; asumiendo diversas funciones y responsabilidades que lo llevaron a ser semanero (guardia indígena), cabo (coordinador de semaneros), representante de la región, presidente de acción comunal, fiscal de la mesa directiva del cabildo arhuaco, inspector, registrador, comisario de las autoridades regionales, concejal y consejero de la justicia arhuaca. Su experiencia y disciplina lo convirtieron en un experto de la sabiduría ancestral, lo que, sumado a su empeño por el fortalecimiento comunitario, lo llevaron a convertirse en el ‘Sakukū Mayor’, la máxima autoridad y última instancia del pueblo Arhuaco.
“Hacía tan solo dos años atrás, la comunidad de la Sierra Nevada le rendía un homenaje en el centro de Nabusímake por su gran aporte”, recuerda July Calderón, directora del Observatorio de Derechos Territoriales de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI). Es que además de ser un líder muy reconocido por las autoridades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, José Camilo Niño es recordado por otros pueblos y organizaciones indígenas, pues su huella significó un aporte y avance para procesos de organización y defensa de los territorios ancestrales a nivel nacional.
En sus más de 60 años de servicio, José Camilo fue considerado por muchos indígenas como el padre que nunca tuvieron o un “padrino”: “era guía, sabio, mentor, consejero, orientador; pensaba más en los demás que en él mismo”, recuerda su hijo Ricardo, actual Secretario Técnico de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas.
“Si algo caracterizaba a mi padre era su vigor y fortaleza espiritual: era un hombre feliz, rara vez sus 11 hijos lo vimos flaquear; siempre estaba alegre y no era para nada egoísta, siempre estaba dispuesto a compartir lo que sabía y siempre luchó por su comunidad y por la unidad del pueblo Arhuaco”, asegura Ricardo Camilo Niño Izquierdo.
El legado que nos deja el ‘Sakukū Mayor’
El Mayor José Camilo era un gran defensor del territorio. Ayudó a construir numerosas escuelas, no solo en la Sierra Nevada de Santa Marta sino en varias regiones del país.
“De niño recuerdo sus enseñanzas y la manera como transmitía las cosas, se tomaba su tiempo”, comentó con nostalgia Ricardo Niño, “me llevaba a hacer recorridos por el territorio y tenía una enorme dedicación para enseñar”, sostuvo.
Y es que ser ‘Sakukū Mayor’ significa enseñar a través de la práctica y del ejemplo, significa dar respeto y valorar a la palabra. Es así como José Camilo Niño siempre cumplía lo que decía que iba a hacer.
Su simpatía y alegría siempre lo caracterizaban, “les tomaba del pelo a los demás y les ponía apodos, pero lo hacía con cariño, era difícil verlo triste”, comenta su hijo. Asimismo, su integridad y vocación por ayudar a los demás fueron claves para forjar su carácter, un legado que vive en sus once hijos, a quienes siempre enseñó que la unidad familiar y que su pueblo eran lo primero.
“Por ello, el pueblo Arhuaco se siente huérfano y los que vivimos y lo conocimos nos sentimos responsables de seguir su legado”, puntualiza su hijo, quien sigue sus pasos como su digno descendiente.
Tras varios días de rituales y ceremonias para honrar su memoria, lo que significó la búsqueda del sitio sagrado en el que sus familiares sembraron a su ‘Sakukū Mayor’; hoy el líder del Pueblo Arhuaco trasciende en el tiempo y espacio para encontrarse con sus ancestros o chundwa, quienes desde la cima, siguen orientando a los pueblos y protegiendo espiritualmente al Corazón del Mundo, la montaña litoral más alta del planeta, la Sierra Nevada de Santa Marta.
*NABUSÍMAKE es el pueblo sagrado de los indígenas arhuacos, localizado a medio camino entre el municipio de Pueblo Bello, Cesar, y el Salto de Atishe, el último lugar de ritual y pagamento de esta comunidad, a una altura de 2.200 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Asunto: Declaración Política sobre el Proyecto de Acuerdo para la implementación de las Zonas de Desarrollo Empresarial
En respuesta al proyecto de Acuerdo publicado en la página web de la Agencia Nacional de Tierras “Por el cual se establecen las regulaciones, limitaciones y ordenamientos especiales para la ocupación y acceso a la propiedad de las tierras baldías para la delimitación de las Zonas de Desarrollo Empresarial y se establecen otras disposiciones”, las organizaciones indígenas abajo firmantes manifestamos nuestro rotundo rechazo a dicha iniciativa exigiendo al Gobierno Nacional que a través del Ministerio de Agricultura y demás entidades que conforman el Consejo Directivo de la ANT no apruebe dicho acuerdo por resultar inconstitucional e ilegal, y constituir una medida regresiva frente a los derechos territoriales de los pueblos indígenas.
Los derechos territoriales de los pueblos indígenas son todos aquellos que protegen la especial relación que tienen los pueblos indígenas desde su ancestralidad con sus territorios y que constituye la base fundamental de su vida social, económica, cultural y espiritual. Comprenden, por una parte, la protección de las concepciones propias de cada pueblo indígena sobre su relación con el territorio y, por otra, el reconocimiento y protección estatal, brindando seguridad jurídica a las comunidades, con base en las obligaciones internacionales del Estado en materia de derechos humanos. Incluyen los derechos a la propiedad colectiva (resguardos indígenas), a la protección de la territorialidad ancestral, al uso y goce de sitios sagrados, a la restitución de territorios despojados y abandonados forzosamente, a la autoridad ambiental sobre el territorio, autonomía y gobierno propio, derechos bioculturales y derecho a la participación y consulta previa.
En respuesta al proyecto de Acuerdo publicado en la página web de la Agencia Nacional de Tierras “Por el cual se establecen las regulaciones, limitaciones y ordenamientos especiales para la ocupación y acceso a la propiedad de las tierras baldías para la delimitación de las Zonas de Desarrollo Empresarial y se establecen otras disposiciones”, las organizaciones indígenas abajo firmantes manifestamos nuestro ROTUNDO RECHAZO exigiendo al Gobierno Nacional que a través del Ministerio de Agricultura y demás entidades que conforman el Consejo Directivo de la ANT NO APRUEBE DICHO ACUERDO POR RESULTAR INCONSTITUCIONAL E ILEGAL, Y CONSTITUIR UNA MEDIDA REGRESIVA FRENTE A LOS DERECHOS TERRITORIALES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.
Los derechos territoriales de los pueblos indígenas son todos aquellos que protegen la especial relación que tienen los pueblos indígenas desde su ancestralidad con sus territorios y que constituye la base fundamental de su vida social, económica, cultural y espiritual siendo de obligatorio cumplimiento por parte del Estado. Incluyen los derechos a la propiedad colectiva (resguardos indígenas), a la protección de la territorialidad ancestral, al uso y goce de sitios sagrados, a la restitución de territorios despojados y abandonados forzosamente, a la autoridad ambiental sobre el territorio, autonomía y gobierno propio, derechos bioculturales y derecho a la participación y consulta previa.
Ley 16 de 1972 ‘’ Por medio de la cual se aprueba la Convención Americana sobre Derechos Humanos; Pacto de San José de Costa Rica, firmado en San José, Costa Rica el 22 de noviembre de 1969’’. (Artículo 21); Ley 21 de 1991 ‘’ Por medio de la cual se aprueba el Convenio número 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, adoptado por la 76ª reunión de la Conferencia General de la O.I.T., Ginebra 1989”. Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2006).
Zerankwa recibe hoy en Chundwa a un gran líder, un padre ejemplar, un abuelo alegre, un defensor incondicional del umunukunu: José Camilo Niño Suárez, Sakukū Mayor de la Nación Iku, una persona siempre dispuesta a la escucha y a compartir un sabio consejo.
Innumerables fueron sus luchas, sus aventuras, sus sacrificios, sus dolores y sus recorridos por la Línea Negra con el firme carácter de cumplir como buen hijo del pueblo Iku, ese mandato de la Ley de Origen. Gracias a sus esfuerzos, que han dejado en nosotros y nosotras infinitos aprendizajes, la organización del pueblo arhuaco es fuerte y muestra de dignidad.
Su ejemplo es motivación en sus hijos, como Ricardo Camilo Niño Izquierdo, Secretario Técnico indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, quien recibió este legado, fruto del caminar constante del territorio en compañía de su padre. Esa dignidad aprendida por la defensa del territorio y la reivindicación de los derechos territoriales, la demuestra con tenacidad día a día en su quehacer de la CNTI, espacio que el Sakukū Mayor fortaleció con el buen consejo, así como con sus conocimientos espirituales y culturales como Mamo de su pueblo.
El pensamiento, las acciones y la entrega de la vida en defensa del territorio, nunca mueren. Se renuevan como semilla de generación en generación. Aunque hoy el Sakukū Mayor José Camilo Niño Suárez no nos acompaña físicamente, la ausencia material no significa que olvidemos sus enseñanzas. Estas permanecerán en el territorio y estarán siempre presentes, a través de sus hijos e hijas por generaciones y también reflejadas en cada río, cada planta, cada montaña y cada elemento natural que día a día continúan vivos gracias al ejemplo permanente de nuestros mayores/as que nos enseñan de la guardia, la lucha y la protección incansable al territorio. Por eso, recordamos y enaltecemos su legado.
Hoy, todos los pueblos indígenas y originarios, tanto de la región como del país, lamentan profundamente esta invaluable pérdida. Sabemos que la lucha no acaba aquí, el camino es largo y la resistencia mediante el diálogo, la dignidad y el respeto será nuestra trinchera del corazonar colectivo para continuar.
En nombre del equipo técnico de la secretaría técnica de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, deseamos que Dios y Kakw Zerankwa lo acojan en sus hermosas praderas. Buen retorno a Chundwa, Sakukū Mayor José Camilo Niño Suárez.