Desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), se acompañó a la delegación del Resguardo Indígena Triunfo Cristal Páez, en Florida, Valle del Cauca, con el fin de brindarles apoyo, así como hacer seguimiento a la solicitud de ampliación y saneamiento de dicho resguardo.
En el marco de este espacio, se dialogó con la Agencia Nacional de Tierras (ANT) sobre la importancia de generar acciones más efectivas que permitan avanzar en la restitución del Derecho Territorial del Resguardo Indígena Triunfo Cristal Páez. Entre ellos, los derechos y órdenes proferidas por la Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali.
De igual modo la STI de la CNTI hizo referencia al cumplimiento de la Sentencia N.º 1 del 10 de marzo de 2022, la cual le ordena a la ANT realizar los trámites que son necesarios para resolver los procesos de constitución y ampliación de los resguardos ya surtidos en el punto de ubicación, alinderamiento y georreferenciación de los predios que lo conforman.
Este territorio en donde se encuentra ubicado el resguardo, los Pueblos Indígenas afrontan algunas limitaciones como la distancia entre las zonas de producción y los centros de comercialización, la ineficiencia de las vías, la ausencia de valor agregado en la mayoría de sus productos, el desconocimiento de sus costos de producción y la limitación por la explotación de tierras.
Durante los últimos 40 años, el pueblo Nasa del Resguardo Triunfo Cristal Páez, ha sido víctima de la presencia de distintos grupos armados, los cuales se disputan el control del corredor estratégico conformado por los municipios de Florida, Miranda y Pradera, el cual conecta el piedemonte amazónico con el Pacífico, favoreciendo el tráfico de armas y de estupefacientes, así como el tránsito de los actores armados entre los dos flancos de la cordillera central y a lo largo de ella, en sentido Norte-Sur y viceversa.
Pese a las complicaciones de orden público en el territorio y tras las secuelas de la masacre de El Naya, dos décadas después de lo ocurrido, el Observatorio de Derechos Territoriales de la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) ha acompañado su proceso de resistencia por la formalización de su territorio iniciada desde los años 90, además de estar presente en una de las conmemoraciones para recordar lo sucedido y honrar a sus muertos con el propósito de hacer memoria.
Desde este espacio esperamos que el gobierno nacional brinde una respuesta real y efectiva, ya que la desarticulada, lenta, discontinua y los escasos avances por parte de la institucionalidad se desdibujan ante la sistematicidad de la violencia en los territorios indígenas. Las víctimas de la masacre aún esperan la reparación y justicia en su integralidad, porque aún no cuentan con garantías para asegurar la tenencia colectiva del territorio y proteger su vida.