Escrito por: Semana Sostenible
En medio de la pandemia por el coronavirus, aseguran que al menos cinco lugares ancestrales ubicados dentro de la Línea Negra estaban siendo intervenidos con maquinaria pesada, en un acto que ellos consideran como ilegal.
Por medio de un comunicado los indígenas pertenecientes al reguardo Kogui Malayo Arhuaco le solicitaron a los ministerios del Interior y Ambiente, así como a la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira) tomar medidas urgentes para salvaguardar los espacios sagrados y ecosistemas ambientales de su territorio ancestral ubicado al interior en la Línea Negra.
A través de fotografías y videos los indígenas dieron a conocer cómo se venían adelantando intervenciones a gran escala y con maquinaria pesada en manglares y otras áreas aledañas a la desembocadura del río Ancho en el municipio de Dibulla, en La Guajira. Según esta comunidad étnica para construir obras para turismo masivo.
«En ese recorrido que vienen haciendo las autoridades ancestrales desde las primeras semanas de febrero se empezó a evidenciar esta situación. Se logró identificar, por ejemplo, la afectación de las bocas de algunas lagunas para hacer, posiblemente, desvíos del agua por canales y despejar la zona de inundaciones. Esto se pudo observar especialmente en el predio de una persona que no conocemos ni sabemos si le fue adjudicado algún título», comentó Mauricio Blanco Torres, director del resguardo Kogui Malayo Arhuaco, quien sostuvo que ni la Alcaldía ni Corpoguajira sabían sobre esta situación.
«Nosotros nos encontramos, con ayuda de algunos técnicos, realizando un diagnóstico ambiental y cultural que será entregado muy pronto», dijo.
Los trabajos se evidenciaron en varios de los espacios sagrados de la Línea Negra (territorio ancestral de los pueblos arhuacos, koguis, kankuamos y wiwas de la Sierra Nevada de Santa Marta, compuesto por 348 sitios) asociados al espacio principal de la desembocadura: Java Alduweiuman (Madre del conocimiento y la naturaleza). Dichos lugares se encuentran contemplados en el Decreto 1500 del 6 de agosto de 2018
«Java Alduweiuman: desembocadura del río Ancho es el espacio donde se organizó espiritual y materialmente el espíritu y el alma del conocimiento. Está conectado con todas las lagunas de los picos, los nevados ezwamas mayores y con todas las desembocaduras y cuencas de los ríos de la Sierra Nevada», señaló el resguardo en el escrito que fue firmado por José de los Santos Sauna Limaco, en el que se agregó que este espacio sagrado (167) formaba parte, además, de la Resolución 837 de 1995 como el hito 16, identificado -según ellos- incorrectamente en dicha resolución con el nombre de Jukulwa.
Las autoridades indígenas realizaron un recorrido por la zona para observar los impactos de las obras en sus lugares sagrados de la Sierra Nevada de Santa Marta. Foto: Consejo Territorial de Cabildos Indígenas
El resguardo denunció que asociado a Java Alduweiuman se encontraban afectados al menos otros cuatro lugares sagrados más de la Línea Negra como parte de la desembocadura del río Ancho, los cuales están detallados y hacen parte de la cartografía en el decreto 1500 del Ministerio del Interior, la cual fue hecha de manera previa y conjunta con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada y esa cartera ministerial. Se trata del 164 Shibuluwan; 165 Khaskuamakaka; 166 Java Tabalaldiwe, y 168 Niuzhisan.
Para las autoridades ancestrales estos son espacios sagrados de incalculable importancia para mantener el equilibrio de la naturaleza en la Sierra Nevada de Santa Marta. «Desde la ley de origen y a nivel ambiental, la intervención de estos espacios generará incalculables consecuencias para la estabilidad económica y social del todo el territorio«, aseguraron.
En la misiva sostienen que dichos espacios sagrados representan también una gran importancia para diferentes especies animales como la tortuga y el caimán aguja, al tratarse de un sistema de manglares y humedales, de comunidades naturales únicas que forman eslabones fundamentales en la estructura y conectividad ecológica de la Sierra. Afirman que como son ecosistemas prioritarios son protegidos por varias figuras de la normatividad ambiental y de ordenamiento y de ordenamiento territorial.
«Nuestro territorio ancestral es la madre vida y sostiene a toda la humanidad. Así mismo, los humedales y las desembocaduras son madres y espacios sagrados de la naturaleza. Los pueblos indígenas tenemos el deber de velar por la integridad tanto ambiental como espiritual de nuestro territorio para el bien de todos los que vivimos y dependemos de ella», aseguraron.
En vista de que desde su conocimiento la actividad que se está adelantando en esos espacios sagrados es ilegal, al no contar con los permisos necesarios para realizar estas obras, el resguardo pidió que se realice una visita con las autoridades ambientales, el ministerio público y la Policía Ambiental a estos sitios para determinar la gravedad de las afectaciones e iniciar las acciones pertinentes para suspender dichos trabajos y proteger sus espacios sagrados.
Este lunes algunos funcionarios de Corpoguajira se desplazaron al lugar para adelantar una visita y reunir las pruebas necesarios para adelantar el proceso. Este resguardo aguarda ahora por la respuesta de las entidades implicadas.
Entre tanto, Blanco Torres señaló que actualmente hay una alta tensión en la zona por la presencia de grupos armados en varias cuencas de ríos como, por ejemplo, Ancho, Lagarto, Jerez, Santa Clara y Mamarongo. «A las autoridades indígenas les están impidiendo bajar. Antes de la pandemia la Defensoría del Pueblo ya había emitido cuatro alertas tempranas por la seguridad en la zona. Es un tema complejo», sostuvo.
Esa comunidad indígena indicó que se está registrando también el «envenenamiento de algunas lagunas» en las partes altas, pero que no ha sido posible recoger muestras para mandarlas al laboratorio y determinar qué viene ocasionando esa situación. Sin embargo, se presume que podría estar asociado a la minería ilegal.