Megaproyectos ponen en riesgo al Pueblo Nasa del Valle del Cauca y a su territorio ancestral

Megaproyectos ponen en riesgo al Pueblo Nasa del Valle del Cauca y a su territorio ancestral

Al menos cuatro megaproyectos amenazan al Pueblo Nasa del Valle del Cauca y con ello la preservación de la flora y la fauna de la región. Las diversas fuentes de agua (nacimientos, quebradas, riachuelos, ríos y lagunas) están en peligro y como si fuera poco, las vidas de los líderes de las comunidades que defienden al territorio de la muerte, también. Las amenazas contra sus vidas se han vuelto reiterativas y con un interés común: instarlos a abandonar sus tierras y acabar a través del miedo con la defensa del territorio para dar vía libre a los intereses económicos de privados.

Desde tiempos ancestrales el Pueblo Nasa o la Gente del Agua ha habitado el Valle del Cauca, tratando al máximo de proteger y conservar los recursos naturales existentes en su territorio. Ellos, al igual que los otros Pueblos Indígenas, consideran que todas las cosas presentes en la naturaleza están relacionadas unas con otras y que hacemos parte de ese entramado. El deber es por tanto proteger y cuidar aquello que nos da la vida: los árboles, las plantas, los animales, el agua, el viento y las nubes, son fundamentales para poder existir en armonía con el medio ambiente.

En el año 2014, el cabildo central de Asentamientos Indígenas, que es la máxima autoridad tradicional allí y representa a las comunidades locales de Altamira, El Salado, Granates, La Cumbre, La Rivera, Las Guacas, La Nueva Esperanza y Nuevo Horizonte; presentó ante James Anaya, relator especial de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas de la Organización de Naciones Unidas, una denuncia en la que ya enumeraban los riesgos a los que se estaban enfrentando, resaltando seis situaciones que hoy siguen vigentes y requieren de atención especial para poder garantizar sus derechos territoriales.

Megaproyectos de desarrollo que atentan contra la vida

Curiosamente, algunos de los megaproyectos se proyectan en predios que hacen parte de la solicitud de constitución del Resguardo Kwesx Yu Kiwe, que lleva más de 20 años tramitándose y para el que cada vez hay condiciones administrativas nuevas que dilatan y dilatan el proceso (Ver más sobre este caso, aquí).

Dentro de las seis situaciones que expusieron al relator especial en 2014, hay cuatro relacionadas con megaproyectos:

⚠ Otorgamiento de títulos mineros en territorio indígena

Según Milton Conda, delegado indígena para la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, “La minería afecta la cosmovisión y concepción de territorio desde lo indígena, se haría un daño ecológico en los sitios sagrados, se contaminarían las aguas, se haría un daño geológico, se crearía una descomposición social, se fomentaría un desarraigo ancestral cultural del territorio, se daría la muerte a los seres de la naturaleza, se continuaría con la militarización del territorio indígena Nasa de Florida”.

La minería requiere un uso exagerado del agua, cada yacimiento necesita millones de litros de agua cada día. Además de esto hay una gran contaminación de las fuentes agua, por falta de un tratamiento adecuado de las aguas usadas; sumado a que la alteración y erosión de los suelos (impacto negativo sobre la vegetación y la productividad de los suelos), permite la infiltración de contaminantes que afectan las reservas subterráneas de agua.

Las empresas mineras no reconocen el derecho a la tierra de los pueblos originarios, violan sus derechos culturales y aniquilan la libertad de expresión, muchas veces obligando al silencio de los pobladores, a través del miedo.

La ley ha desregularizado el sector minero y creó condiciones para que se saqueen los recursos naturales colombianos, al servicio de multinacionales. No hay exigencias mayores para la actividad de las empresas extranjeras en territorio colombiano que se dedican a la minería. Las regalías que deben pagar a los departamentos donde tienen actividad son insignificantes para la cantidad de recursos que obtienen a través de la explotación desmedida.

⚠ Construcción y mejoramiento de carreteras primarias que atravesarán el territorio indígena, especialmente páramos

La carretera conecta el pacífico (Buenaventura) con los llanos occidentales para facilitar extracción de recursos naturales que están en esta parte del país. Habría un impacto negativo para las comunidades indígenas por degradación natural, destrucción de sitios culturales, efectos medioambientales como contaminación del aire y el suelo, sumado a la presencia de mano de obra no residente.

La carretera ha venido sido construida desde el Tolima y el valle y solo hace falta para conectarla un tramo en la zona páramo que afectaría necesariamente varias lagunas sagradas. Sin embargo, ni siquiera hay garantía de desarrollo para las comunidades con afectación directa por la construcción de dicha carretera.

⚠ Viaducto (túnel) de 22 km que atraviesa y sale en el corazón del territorio indígena

Transversal Buenaventura – Puerto Carreño o Ruta Nacional 40, atravesaría la cordillera central, pasando por el centro del territorio indígena y debajo de las lagunas. Según estudios habría más de 300 lagunas entre grandes y pequeñas.

INVIAS adelantó el diseño o plano arquitectónico y de manera aislada lo han querido socializar; en algunas oportunidades ingenieros han ingresado al territorio indígena sin autorización.

⚠ Construcción y tendidos de redes eléctricas que atravesarán por el centro del territorio indígena

Se deriva del Proyecto Hidroeléctrico de El Quimbo (sur del Huila), en el 2013 una delegación de la Empresa de Energías de Bogotá SA ingresó al territorio Nasa, en el municipio de Florida para informar que se estaban realizando estudios técnicos para viabilizar el tendido de redes de alta tensión, que atravesaría por zonas del Huila y el Tolima y luego por el territorio Nasa para llegar a la Subestación Alférez en el municipio de Cali.

Hay efectos negativos de las líneas de alta tensión para los ecosistemas y pueden producir efectos adversos para la salud. Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el cáncer (IARC), que forma parte de la OMS, los campos magnéticos son carcinógenos, incluso los de frecuencias bajas tienen efectos negativos sobre la salud.

Además, habría una gran afectación cultural y ambiental, proliferación del consumismo, embargo territorial a los indígenas, campos magnéticos afectarían a todos los seres vivos, perdiéndose especies nativas y finalmente se tendría que militarizar más el territorio.

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